Efectivos de la Guardia Civil de Segovia han denunciado que alrededor de 40 familias han tenido que ser desalojadas por encontrarse en obras los acuartelamientos en los que trabajan y viven al demorarse las labores más de lo previsto. Los agentes, a través de la Asociación Española de Guardias Civiles, aseguraron ayer que las dificultades afectan principalmente a los cuarteles dependientes de la compañía de Sepúlveda, entre otros, Cantalejo, Riaza, Sepúlveda y Boceguillas; aunque también citaron otros emplazamientos de la provincia.
Los cuarteles se encuentran en obras de mejora, reforma y rehabilitación desde hace meses por lo que han sido “desalojadas un total de aproximadamente cuarenta familias”, apuntaron desde la AEGC. Sin embargo, las obras se están prolongando, por diversas razones, ya que estaba previsto que finalizasen a principios de este año, por lo que las familias “han tenido que verse en la obligación de alquilar viviendas particulares en las que poder alojarse, encontrándose actualmente con que dichas viviendas deben ser entregadas a sus propietarios a finales del presente mes de mayo con la finalidad de alquilarlas nuevamente”, denuncian.
A pesar de llevarse a cabo los trabajos, se continúan utilizando las dependencias para la prestación de los diferentes servicios “con las imaginadas incomodidades y dificultades, por otra parte, merecedoras a su buen fin, largamente deseado”, según los agentes. Estos guardias recuerdan que se les prometió que las obras terminarían “en poco tiempo, a principios de año”. Sin embargo, “estamos en mayo, no se ve el final y mientras los afectados, ven llegar el verano y con ello la obligada entrega de las viviendas alquiladas, por los guardias civiles, a sus propietarios que, acostumbran a pasar las vacaciones en sus pueblos de origen, procedentes de sus habituales domicilios en Madrid”.
Según AEGC, el hecho de que las obras finalicen “no es suficiente para proceder de manera inmediata, nuevamente a alojar al personal destinado en los mismos. Parece ser que cualquier obra, por pequeña que sea, que intervenga tanto la Dirección del Cuerpo, como el Ministerio del Interior, se somete a un proceso de control burocrático, cosa lógica naturalmente, pero que tras la ‘era Roldan’ este proceso se ha agudizado de tal manera, que está produciendo incomodidad, perjuicios y desesperación en grado tal, entre los guardias civiles que……suenan campanas de movilización”, advierten.
Por parte de AEGC se han realizado gestiones para saber cuándo serán entregadas nuevamente las citadas dependencias, pero se ha llegado a la conclusión de que “no se puede aventurar fecha alguna, como consecuencia de los diferentes y diversos requisitos, formalidades, preceptos, cumplimientos a cumplir por los organismos implicados”.
Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Segovia, María Teresa Rodrigo Rojo, señaló que cualquier tipo de obra conlleva molestias “pero se están tomando todas las medidas oportunas para que sean mínimas para los agentes”, explicó a la vez que apuntó que desde la Subdelegación y de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia se ha intentado reubicar a los agentes en otros pabellones de cuarteles próximos para evitar que tengan que alquilar viviendas los agentes.
Además de recordar que muchas de estas obras están a punto de finalizar y otras se han presentado ya, Rodrigo Rojo añadió que el Ministerio de Interior ha hecho “un esfuerzo inversor importante que mejora las condiciones en las que vivían y en las que van a vivir”. “Muchos cuarteles no estaban en condiciones de habitabilidad y con estos trabajos mejorarán mucho”, agregó.
En este sentido pidió disculpas a los agentes afectados por estas molestias pero señaló que están trabajando para que se cumplan los plazos “en todo lo posible” y destacó que la intención del Gobierno es “mejorar las condiciones de vida y trabajo de todos los guardias civiles y de los ciudadanos a los que prestan servicio”.
