Bajo el calor sofocante del mediodía, con cerca de 34 grados y muy poca brisa, la Gimnástica Segoviana –que apenas dieciséis horas antes había jugado frente al Zamora– se enfrentó ayer al Unami a solo una semana del inicio de la Liga en Tercera División. Este encuentro le sirvió a Paco Maroto para dar más minutos y, en consecuencia, más carga de trabajo a aquellos jugadores que participaron menos tiempo el sábado ante los zamoranos.
De esta manera, salvo a Roberto, lesionado con una sobrecarga en el abductor; y Maikel, que entrenó aparte, se pudo ver a toda la plantilla azulgrana, con una mezcla de juventud (Iván, Daniel, Víctor, Javi…) y veteranía (Ramsés, Ricardo, Agustín) en el once inicial.
Por su parte, el Unami acudió con solo tres recambios en el banquillo, y acusó el alto ritmo impuesto por la Segoviana, que acabó ganando el amistoso por 9 goles a 1, con tantos en la primera parte de Agustín, Víctor, Daniel y Manu; y de Javi, Juli (tres) y David en la segunda. Precisamente éste último futbolista debutaba con la Gimnástica tras su primera semana de entrenamientos con el equipo.
Por su parte, peor que el resultado para el Unami fue el susto que se llevó su jugador Kiko en la segunda parte, cuando cayó lesionado con fuertes dolores en la rodilla. Afortunadamente, en principio, esta lesión no ha revestido gravedad para el extremo del equipo azul.
