La Sociedad Micológica Cuellarana celebró ayer su anual Jornada Micológica, una cita ineludible para los aficionados a la recolección de setas. La sala multiusos del Palacio de Pedro I fue el lugar que acogió la muestra, en la que se pudieron ver más de un centenar de ejemplares diferentes clasificados según si eran comestibles o no comestibles.
Pedro Marcos, presidente del colectivo, explicó que en la exposición se mostraban setas recogidas en sendas salidas a dos ambientes ecológicos, por un lado a la Tierra de Pinares, más arenosa, y por otro a la zona de encina y robledal de la zona norte del municipio. También señaló que había ejemplares procedentes de los bosques de Valsaín.
Entre las especies expuestas Marcos destacó la presencia como novedad de varias especies hipogeas localizadas por un colaborador con un perro adiestrado, como la Tubus Rufus ejemplar muy aromático similar a la trufa. En cuanto al resto apuntó que estaban representadas todas las especies reflejándose la abundancia de núcalos de la zona, especie más conocida, también boletus y “se puede ver un poco muchas setas que son muy parecidas y que nos deben de poner en guardia a la hora de conocer e identificar bien una seta”, afirmó señalando que identificarlas requiere cierto esfuerzo y atención.
A lo largo de la jornada los aficionados se acercaron hasta la exposición aportando los ejemplares recolectando e interesándose por su clasificación.
Acompañando a la muestra de setas se pudo ver otra de fotografía micológica de Sabas Calvo en la que se mostraban, entre otros, algunos ejemplares de primavera o verano.
No faltaron en esta exposición Lactarius deliciosus, más conocido como níscalos, negrillas, Boletus edulis, setas de pino, de cardo.. entre las comestibles y entre las venenosas algunas como las amanitas muscaria o Phaloides, champiñón amarillento. Los miembros de la Sociedad Micológica continúan los lunes de noviembre atendiendo a los aficionados en su sede del Centro Cultural Santa Clara de 20.30 a 22 horas.
