La selección española ganó ayer por primera vez en su historia en Praga, en la exhibición de un estilo de juego repleto de brillantez y comandado por Xavi Hernández que culminó con los goles de Mata y Xabi Alonso (0-2), para dejar a la República Checa pendiente de una ‘final’ si quiere acceder a la repesca para clasificarse.
Sin la presión de jugarse una clasificación, la campeona de Europa y del mundo se paseó al ritmo de Xavi. Silenció el ánimo local de inicio con un recital. El estilo que nace en él salió a relucir en su mayor expresión. Toque en corto. Asociándose con todos. Los checos perseguían sombras cuando España ya se adelantó en el marcador.
El azulgrana vio el desmarque de Juan Mata. Superó con facilidad a Cech en el mano a mano. Era el minuto seis y la defensa de cinco checa de nada servía ante la imaginación española. No estaban Iniesta ni Cesc. Da igual. Esta generación tiene exceso de centrocampistas de calidad. Con Busquets de guardián, Xabi Alonso, Silva y Mata se divirtieron con Xavi a los mandos.
No hubo castigo para Silva. A Del Bosque no le gustaron nada sus declaraciones. Siente que son falsas. Le acusó de falta de confianza y desde el Mundial el canario es indiscutible. Por su fútbol y estado de forma. Cada partido con la Roja deja detalles de su calidad. Inventó en el segundo gol. Con el pase fácil al primer palo, solo él vio a Xabi Alonso en posición más retrasada en el segundo. Asistencia medida que descolocó a todos para marcar a placer.
La exhibición española llegaba a tal altura que la afición local comenzó a aplaudir sus acciones. Una conexión entre Silva y Xavi, con pase picado a la espalda de la defensa, fue la rendición de la grada. En el perfecto engranaje de Del Bosque solo faltaba una pieza por encajar.
Íker Casillas, que se situó a un partido de Andoni Zubizarreta al jugar su encuentro 125, fue un espectador más. No intervino en todo el partido. La República Checa solo se acercó dos veces a su área en el primer acto. Rosicky remató al lateral de la red y Milan Baros no enganchó un peligroso centro desde el costado izquierdo.
Estaba tan decidido el duelo que, al descanso, Del Bosque sentó a Sergio Ramos. La buena noticia fue el regreso de Carles Puyol 10 meses después.
En el segundo período, España dejó pasar los minutos y en alguna acción a balón parado se acercó la República Checa, que ahora necesita que la ‘roja’ no se relaje ante Escocia, rival de los checos por lograr la segunda plaza.
En los minutos finales del choque Hubschman fue expulsado tras una dura entrada a Xabi.
Con el pitido final, España firmó su séptima victoria en siete partidos de clasificación hacia la Eurocopa 2012 y acabó por demostrar que la competición poco tiene que ver con la imagen de los amistosos.
