El Conservatorio Profesional de Música de Segovia abrió sus puertas en las instalaciones del barrio de Nueva Segovia en septiembre de 2002. Poco después de su puesta en funcionamiento se comenzaron a detectar deficiencias acústicas en el auditorio, como una excesiva reverberación, desigual proyección del sonido en la sala y el paso casi escandaloso de ruidos externos, sobre todo del impacto de la lluvia o el granizo.
Después de casi siete años de espera, consultas a expertos, elaboración de proyectos de intervención, presupuestos modificados varias veces y procesos de adjudicación de los trabajos frustrados, las obras de acondicionamiento del auditorio se están llevando a cabo desde el pasado mes de marzo sin que ninguna autoridad competente en la materia lo haya comunicado públicamente.
Los trabajos que han alcanzado el 60 por ciento de ejecución se prolongarán a lo largo del verano para que con el inicio del curso 2009/2010 se pueda estrenar una sala de conciertos y ensayos prácticamente nueva.
medio millón de euros La Consejería de Educación adjudicó la obra a la empresa EYCONS Obras y Proyectos SL. por 549.241 euros si bien la Junta de Castilla y León había aprobado una inversión de 618.142 euros para esta actuación. El autor del proyecto y director de la obra es Javier Fernández Jalvo, arquitecto que formó parte del equipo que dirigió la reconversión del antiguo instituto Palafox en Cuenca para ser sede de la joven orquesta nacional de España.
Fernández Jalvo ha explicado que el conjunto de las intervenciones en proceso están destinadas a aislar la sala y conseguir una adecuada difusión del sonido, reduciendo el tiempo de retardo. Con este fin se reforman cubierta, techo, paredes, escenario, suelos y sistema de aire acondicionado, si bien también se cambiará la iluminación.
La cubierta de cobre existente será sustituida completamente por otra nueva del mismo material reforzada por capas antimpacto para atenuar el ruido producido por la caída de la lluvia o el granizo. Precisamente, la instalación de la nueva cubierta del auditorio, de unos 660 metros cuadrados, está pendiente de que cesen las tormentas durante varios días . “Sólo con que haya amenaza de lluvia tenemos que cambiar nuestros planes y no solo posponer la instalación, sino además dejar otros trabajos y dedicarnos a proteger la obra”, ha señalado el arquitecto. La nueva cubierta será la primera imagen de cambio del auditorio que perciban los segovianos, ya que inicialmente lucirá un color algo diferente al resto y tardará varios meses, puede que más de un año, hasta que sea similar.
En el interior, la sala de conciertos y ensayo se ha llenado de andamios para crear la estructura de apoyo de la cubierta, así como dos techos. El montaje de la estructura ha sido muy complejo. El peso y la longitud de las vigas hacía imposible subirlas en un elevador utilizado para trasladar otras piezas, por lo que ha sido necesario seccionarlas y una vez arriba fijar las partes con tornillos. Tan solo algunas vigas han sido soldadas en la parte más alta, creando una cámara metálica de protección para evitar que las chispas pudieran contactar con la madera de las paredes.
Los dos techos tendrán funciones distintas. El primero, más próximo a la cubierta y formado por una capa de cartón yeso y una lámina de 12 centímetros de fibra de vidrio, actuará como un aislante. Y el segundo, visible al público, tiene la misión de disminuir el volumen acústico y reconducir la forma en que se producen los ecos “para que no haya retardos superiores a los 80 milisegundos”, ha comentado Fernández Jalvo. El techo se baja entre seis y dos metros dependiendo de las zonas porque no es uniforme.
En el escenario la intervención se centra en cambiar el pavimento que era de plástico por uno de madera de teca y marcar una ligerísima y casi inapreciable inclinación hacia el patio de butacas, con fin reflectante para proyectar mejor el sonido. En estos momentos se está estudiando con los profesores la aplicación de un sistema de acústica variable, a través de paneles que giran o de cortinas, para adaptar las salas a sus dos principales funciones, acoger conciertos y ser sala de ensayo.
También se está modificando el sistema de aire acondicionado, ampliando la superficie de regreso con mayor caudal y menor velocidad para eliminar las vibraciones que normalmente se producen en esta parte del circuito. El sistema de climatización circulará por una doble pared que se crea en los laterales de la sala. Además se cambiarán las puertas de acceso al auditorio por otras con barreras fónicas y se sustituirá la iluminación de escenario y de sala por otra regulable en intensidad y con posibilidad de obtener dos niveles de iluminación según las necesidades de uso. En el escenario se colocarán lámparas de gran potencia para facilitar la lectura de las partituras, y en la zona destinada al público la luz se proyectará al techo (utilizando “bañadores de techo”).
