Desde el destrozo de una papelera o contenedor, hasta el depósito de residuos en la calle o realizar un grafito o pintada en la fachada de un edificio o monumento. También acosar a los viandantes, bajo la apariencia de practicar la mendicidad, tender ropa en balcones y ventanas con vistas a la calle, realizar acrobacias con monopatines en la vía pública u orinar en la vía pública.
Son todas conductas incívicas contempladas en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, vigente desde octubre de 2006, con el objetivo de preservar el espacio público como un lugar de convivencia y civismo. La normativa ha generado, en lo que va de año, un total de 84 expedientes, como consecuencia de la identificación y detención de sus infractores, que resultan ‘sancionados’ en más del 95% de los casos, según los datos facilitados ayer a EL ADELANTADO por la Concejalía de Tráfico, Transportes y Policía Local.
La mayoría de las acciones incívicas no son especialmente graves, según fuentes municipales, y se relacionan, por ejemplo, con personas sorprendidas realizando sus necesidades fisiológicas en la calle, además de roturas de papeleras y pintadas. “Esto no es ‘Chicago años 30’”, bromea la concejala responsable de Policía Local, María José de Andrés, que recalca que “vivimos en una ciudad tranquila, no hay actos de vandalismo graves, lo que no significa que tengamos que relajarnos en la vigilancia, se controla, se abren expedientes y se sanciona”.
Aunque la Ordenanza de Convivencia recoge un detallado régimen sancionador (que se modificó en 2011 para dotarlo de más flexibilidad), con multas que van desde los 100 a los 3.000 euros, en función del acto incívico cometido, la normativa también abre la posibilidad de conmutar la sanción pecuniaria por trabajos para la comunidad. Así, siete de cada diez detenidos por un acto vandálico o incívico, optaron, tras confirmarse su sanción, por sustituir el pago de la multa por la prestación de un trabajo para la comunidad, según explica De Andrés, que precisa que la práctica totalidad de estos infractores eran menores de edad.
El articulo 40.2 de la Ordenanza establece que cuando las personas infractoras sean menores, y con la finalidad de proteger los derechos del niño o adolescente, su desarrollo y formación, se podrán sustituir las sanciones pecuniarias por medidas correctoras, como asistencia a sesiones formativas, trabajos para la comunidad o cualquier otro tipo de actividad de carácter cívico. “El 70% de las sanciones impuestas al amparo de esta Ordenanza se resuelven con trabajos para la comunidad”, afirma la concejala, quien, sin acertar a precisar un número concreto, explica que las estadísticas de los últimos años indican “que la mayoría” de quienes realizan estos trabajos sociales como condena a su infracción son menores de edad. Lo habitual es que estos adolescentes realicen labores de apoyo al grupo de parques y jardines, si bien, desde el año pasado, también se les asigna a otras actividades de sensibilización que organiza el Ayuntamiento; como es el caso de la Semana de Movilidad, donde colaboraron dos jóvenes que habían sido sancionados. Otras personas han optado por realizar un curso de buenas prácticas, una posibilidad que también contempla la Ordenanza. Así, por ejemplo, tres jóvenes ‘grafiteros’, que fueron sancionados por pintadas, realizaron un curso formativo sobre arte urbano; con el fin de que tomaran conciencia de que su forma de expresión artística no tiene porqué estar asociada a un acto vandálico que implique el “ensuciar” la pared de un edificio.
En los últimos meses, según datos del departamento municipal que dirige De Andrés, 15 menores, autores de alguna conducta vandálica o incívica, han realizado trabajos para la comunidad, sea en el servicio de parques y jardines, colaborando en las actividades de la Semana de Movilidad, o realizando un cursillo de formación.
“Como es lógico, los padres deciden por su hijo y casi todos prefieren que los adolescentes colaboren con trabajos para la comunidad en lugar de pagar una multa, y no es por el desembolso, sino porque entienden que lo mejor es que sea algo educativo para que reflexionen y cambien su actitud”, añade la concejala.
Convive tu ciudad
En esta tarea ‘preventiva’ se enmarca el programa “Convive tu ciudad”, una campaña, promovida por las Concejalías de Tráfico y Educación, que se desarrolló entre los meses de febrero a mayo, con el objetivo de lograr que los más jóvenes sean conscientes de la necesidad de realizar un uso correcto y adecuado de los espacios públicos.
Este programa educativo, que contó con la colaboración de la Dirección Provincial de Educación, arrancó, de forma experimental, en el colegio Villalpando, con un grupo de alumnos de sexto de Primaria, que salieron a la calle para analizar el entorno de su colegio y comprobar el mal uso que, en ocasiones, se hace del espacio público y del mobiliario urbano.
No realizar grafitos o pintadas en las paredes, respetar el mobiliario, depositar los residuos en los contenedores correspondientes, recoger las heces de sus mascotas y no orinar en la vía pública “fueron algunos de los compromisos asumidos por los niños”, según indica De Andrés, que considera que la experiencia ha sido “muy positiva”.
En este sentido, el Ayuntamiento tiene previsto extender el programa este curso a otros seis colegios de primaria de la capital. “Con esta labor preventiva podemos conseguir ciudadanos cívicos, comprometidos, que colaboren con lo que quiere transmitir la Ordenanza de Convivencia”, añade la responsable de Policía Local, que asegura que “confíamos más en las labores preventivas que en las sancionadoras”.
En el año 2013, de acuerdo con los datos facilitados por la Concejalía de Tráfico y Policía Local, el Ayuntamiento abrió un total de 193 expedientes, lo que significa 109 expedientes más que en lo que va de año (84), lo que hace presumir que 2014 se cerrará con una cifra menor de sanciones. ¿Mayor conciencia ciudadana? ¿Menor vigilancia?. De Andrés sostiene que no es posible aventurar el número de expedientes que se registrarán en la totalidad de este año. “Las diferencias en las cifras no son tan grandes, es posible que este año exista un menor número de sanciones, pero no soy utópica ni quiero lanzar las campanas al vuelo, confío en las medidas educativas, como las del programa Convive tu Ciudad, pero sus resultados se verán a medio y largo plazo”, afirma.
