El exdirector general de la Caja de Castilla-La Mancha (CCM) Ildefonso Ortega defendió su gestión durante la primera sesión del juicio que le juzga a él junto al expresidente de la entidad Juan Pedro Hernández Moltó por delito societario, asegurando que todo su interés fue cumplir con las exigencias del Banco de España. “No me preocupaba el resultado sino dar cumplimiento a los requerimientos”, explicó para referirse a su papel en medio de una situación de crisis financiera que calificó de “extrema severidad”.
Ortega argumentó que las cuentas “no pudieron ser públicas” porque “jamás, jamás, jamás” fueron formuladas ni aprobadas por la Junta General de Accionistas al no contar con datos suficientes para el balance.
Al igual que hiciera en el uso de la palabra el presidente de la caja Hernández Moltó, el que fuera número dos de CCM centró sus críticas en los “ataques constantes” desde el exterior que recibió la entidad y, sobre todo, en la “falta de sugerencias” del Banco de España. “Venía hablando desde marzo de 2008 en el sentido de que no aguantábamos si no recibíamos apoyo”, especificó.
La Fiscalía Anticorrupción reclama para Moltó —secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha desde 1990 a 1997 y también diputado en el Congreso entre 1989 y 1999— y para el que fuera director general de CCM, Ildefonso Ortega, penas de prisión de dos años y medio por un delito societario al considerar que ambos llevaron a cabo “una maniobra contable” para que los estados financieros de la caja reflejaran unos beneficios de 29,86 euros millones en lugar de 182,2 millones de pérdidas.
El “perfecto controller” de CCM, como le calificó Hernánez Molto durante su declaración, justificó su actuación durante la crisis de la caja manchega en su deseo de “salvarla” y de seguir prestando la ayuda a las pymes y clientes que veían en ella un “instrumento de desarrollo regional”.
Si no fuera por esto, comentó, se hubiera jubilado antes de 2008 y habría evitado ser juzgado. “Nunca perdimos la esperanza de poder hacer un balance con equilibrio”, apostilló antes de repetir en varios ocasiones que “no ocultó absolutamente nada”.
El exdirectivo se refirió a la situación financiera global y a problemas como la falta de inyección de liquidez que había entonces por parte del Banco Central Europeo. Dicho esto, se refirió a la intervención en la primera sesión del juicio de su presidente, Moltó, para matizar algunas de sus “opiniones”.
Según Ortega, tras los requerimientos del Banco de España, CCM llevó a cabo “avances” financieros todos los meses con activos y pasivos que eran capaces de nutrir la central de balances, unos avances que eran “parciales y revisables” y que, según reiteró, en ningún caso debieron tomarse como las cuentas de la entidad.
Ildefonso Ortega situó a Hernández Moltó al frente de las “relaciones institucionales” con organismos como el Banco de España, al conocer “perfectamente” el estado de las cuentas de la entidad financiera. El exdirectivo de Caja Castilla-La Mancha se refirió al supervisor como “un mundo peculiar”.