El catedrático de Historia en la Universidad Johns Hopkins, Richard Kagan, presentó ayer en Segovia un estudio que está realizando sobre la presencia en Estados Unidos de construcciones similares a la Giralda de Sevilla que se levantaron a partir de 1890 y que reflejan el furor por la cultura española que se vivió en Norteamérica en el período de cambio de siglo, entre el XIX y el XX.
Con su interesante ponencia “La `locura española´: El descubrimiento del arte y la cultura española en América” y haciendo alarde de su poder de comunicación, el maestro de hispanistas clausuró el ciclo de conferencias “Segovia abierta al mundo”, organizado por la Fundación Zuloaga y la Obra Social de Caja Segovia.
El profesor Richard Kagan sorprendió al público presente en Sala Caja Segovia detallando un itinerario de “giraldas” que se extiende por distintos y distantes estados norteamericano. La creación de réplicas del campanario de la catedral de Sevilla, cuyos dos tercios inferiores corresponden al alminar de la antigua mezquita de la ciudad, llegó a ser una moda que comenzó con una giralda enorme construida en Nueva York en 1890, como anfiteatro en el Madison Square Garden por Stanford White, que era el arquitecto estrella en aquel momento. Según relató el conferenciante a partir de este monumento se desencadenó un movimiento que llevó a construir hasta otras quince giraldas por todas partes en los Estados Unidos, en San Francisco, Chicago, Saint Louis, Florida… Para el investigador lo importante de esta oleada de giraldas es que desde el año en que se construye la primera en el Madison Square hasta que se levanta la última se sucede el fenómeno que ha denominado la “Spanish crazy”, que se relaciona con el descubrimiento del arte y la cultura de España y la América española en Estados Unidos entre 1890 y 1930.
Richard Kagan, que dedica gran parte de sus investigaciones a analizar las causas y los principales actores que llevaron a sustituir la leyenda negra de España por la admiración y pasión por su cultura, defiende que hubo factores influyentes en el cambio tan diferentes como, por ejemplo, la obra del escritor Washington Irving, el interés por la arquitectura colonial que derivó del éxito de la novela popular Ramona, de Helen Hunt Jackson, o incluso la guerra hispano-estadounidensede 1898. “La guerra atrajo la atención hacia España y hubo élites culturales y empresariales que vieron un país derrotado, incapaz de cuidar su patrimonio histórico y artístico, así que muchos empezaron a coleccionar arte español, cuadros, muebles, edificios enteros … y a los ricos les siguió la clase media”.
El catedrático condecorado por el Gobierno de España también recordó ayer en Segovia la figura y obra de Ignacio Zuloaga, destacando el “impresionante éxito” que tuvieron las giras y exposiciones que hizo en Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX.
