Fiel a su histórica tendencia hacia el fatalismo, el Atlético de Madrid celebró el título de la Liga Europa con mil dudas sobre la continuidad de sus estrellas, empezando por el colombiano Falcao.
El equipo no disfruta prolongadamente sus alegrías y ayer, junto a los festejos por el título, surgen dudas el equipo para la próxima temporada. Y todo porque el club mantiene unas deudas asfixiantes que le obligarán a vender a sus mejores jugadores salvo que llueva el dinero del cielo.
Es lo que sucede cuando se tiene una deuda reconocida con el Gobierno de 120 millones de euros y ya se anuncia la llegada del ‘fair-play’ financiero a instancias de la UEFA. Así lo reconoció Miguel Ángel Gil, al ser cuestionado por la continuidad de Falcao, el héroe de la final: «Si no entramos en Champions, es difícil que se quede. Nos meteríamos en un problema de ingresos».
Palabras difíciles de digerir para los hinchas rojiblancos apenas unas horas después de asistir a la consagración de un jugador de talla mundial. Porque, como destacan todos los medios, el Atlético debe buena parte de su título al ‘Tigre’, autor de dos goles espectaculares en Bucarest.
La Liga Europa es un gran título, pero a efectos monetarios apenas rinde. Solo disputar la Champions permite el salto hacia adelante, el desahogo económico.
«Lograrlo es clave para el club ya que los ingresos son muy superiores y le valdrían al club para retener a varias de sus estrellas», insistió ayer el diario As.
Ahora mismo, el Málaga tiene en su mano la clasificación para el máximo torneo continental porque en la última jornada de Liga le bastará con ganar el domingo al Sporting para asegurarse la cuarta posición. Solo perdería ese puesto si empata o pierde y el cuadro ‘colchonero’ gana en El Madrigal.
Pero no solo se duda de la continuidad de Falcao, sino que también aparece un nombre como el del brasileño Diego, cedido esta temporada por el Wolfsburgo alemán. «Posee una ficha que no podemos asumir en estos momentos», confirmó Gil. Además, el conjunto germano manifestó ayer su deseo de recuperarlo.
Y el tercer nombre propio es el de Adrián, una de las mayores promesas del fútbol nacional y que tiene, incluso, opciones de acudir a la Eurocopa del próximo mes.
Así de contradictorio es el Atlético de Madrid, capaz de pasar de la euforia a la incertidumbre en cuestión de minutos.
Al menos, sí se da por segura la continuidad de Diego Simeone en el banquillo. El argentino aumenta como técnico y gracias al título la etiqueta de gran ídolo del club rojiblanco que se ganó en su época como jugador. Lo que desconoce ahora es con qué futbolistas contará la próxima temporada.
