Hay partidos de baloncesto que se deciden con una canasta sobre la bocina, de aquellas que vuelan hacia el aro mientras los jugadores observan el balón con un nudo en la garganta, para después desatarse la rabia del perdedor o la alegría del ganador.
Ayer, en un pabellón Emperador Teodosio con muy buen ambiente en las gradas –aunque parte de la cancha estuviera en tinieblas, por culpa de dos focos fundidos– se vivió un final de estas características, pero con una dosis extra de emoción (y tristeza local), ya que el triunfo final cayó del lado del Universidad de Salamanca (79-80), en detrimento del CD Base, gracias a la sangre fría de Zacarías Sánchez desde la línea de tiros libres, donde anotó los dos puntos con el tiempo ya cumplido, tras aprovechar una falta sobre la bocina de Azuara.
Una manera cruel de perder un partido, sobre todo teniendo en cuenta que, segundos antes de este desenlace, los segovianos tuvieron a su disposición dos tiros libres fallados por Yagüe, para poder haber afrontado con más ventaja los instantes finales.
A pesar de todo, el encuentro comenzó favorable para los locales, muy fuertes en defensa y buscando las penetraciones en la zona salmantina. Esto se tradujo en un 6-0 de parcial en los primeros 3 minutos y medio. De este modo, aunque el CD Base estuvo acertado desde la línea de tiros libres, anotando 9 tiros de 10 intentos, no consiguió escaparse en el marcador, lo cual aprovechó el rival para igualar la contienda gracias a su juego bajo el aro, pero sin descuidarse desde el perímetro.
En el inicio del segundo cuarto los visitantes continuaron haciendo daño con sus hombres altos González y Nieto, y siempre fueron por delante (35-41 al descanso).
Aunque al CD Base pareció escapársele el partido en un mal comienzo de tercer cuarto, tras el ecuador de este periodo reaccionaron y le dieron la vuelta al marcador, para cerrar el cuarto un punto por encima (66-65). Una reacción que continuó hasta que los segovianos lograron ponerse 73-67. Pero los salmantinos nunca se marcharon del partido, y aprovecharon la precipitación de los locales para remontar y, en un final tan lleno de suspense, llevarse el triunfo.
