Lesiones, pérdida de titularidad, números inferiores a sus promedios, desencuentros con el entrenador, y un futuro incierto: el español Pau Gasol está viviendo su peor temporada desde que llegó a la NBA allá por 2001.
Todo empeoró el pasado martes con la lesión en la planta del pie que, de confirmarse, le podría tener seis semanas de baja, pero que seguro cortará su ritmo.
Justo ahora que, tras la lesión de Dwight Howard, había recuperado su mejor baloncesto. Justo ahora que, con un parcial a favor de 6-1, Los Ángeles Lakers parecían en la senda buena.
«No podemos permitirnos perderlo mucho tiempo. Necesitamos que vuelva», indicó Kobe Bryant tras ganar el martes a los Nets y perder a su compañero. El escolta dijo estar «muy preocupado», al igual que el español, que abandonó el pabellón con muletas. A sus 32 años, las lesiones están acechando al catalán, que ya se perdió 13 partidos por una tendinitis en las rodillas y por una conmoción cerebral, además de sufrir permanentemente la fascitis plantar que ahora se ha agravado. «He estado jugando con este problema, lo que es doloroso, pero nunca había sentido nada igual».
A los problemas físicos se une que el técnico, Mike D’Antoni, no ha encontrado la manera de combinar a Gasol y Howard. Y el español ha sido el sacrificado en un esquema en el que solo hay espacio para un hombre alto.
«Todavía siento que soy uno de los mejores jugadores del mundo», indicó en una entrevista. «No sé si salir desde el banquillo le da al equipo la posibilidad de ganar más partidos», agregó, en claro desacuerdo con el entrenador.
El internacional, al que le queda una temporada más del contrato que le reporta 19 millones de dólares al año y que lo convierte en el jugador extranjero mejor pagado de la NBA, ya ve su salida como una «posibilidad».
Mientras tanto, los Lakers suman 23 triunfos por 26 derrotas, pero los problemas se le acumulan. Como a Gasol.
