Magna se comprometió ayer a que la planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) tenga un volumen de producción mínimo del 70% entre 2010 y 2013, y a hacer inversiones en la factoría, sin especificar cuantías ni fechas, lo que ha sido considerado insuficiente por el comité de empresa.
Estos puntos son parte del documento de ocho medidas propuesto por Magna, y que los Gobiernos de Aragón y central trasladaron en una nueva reunión a la comisión permanente de la planta de Figueruelas.
Tras el encuentro, el presidente del grupo de representación de los trabajadores, Juan José Arcéiz, declaró que esta propuesta incluye «leves avances», porque garantiza un futuro a largo plazo, al menos hasta 2018 con la nueva generación del Corsa, pero a corto plazo aún hay cuestiones por cerrar. Sobre el ajuste de personal, especificó que el documento no recoge ninguna cifra concreta.
El consejero de Economía, Alberto Larraz, matizó que Magna sigue planteando más de 1.000 despidos y comentó que las ayudas de los Ejecutivos de Aragón y central no estarán «encima de la mesa» hasta que no se apruebe la reestructuración, aunque el aval firmado por el Ejecutivo aragonés de 200 millones de euros está «prácticamente acabado».
Con respecto a las bajas laborales, Arcéiz señaló que los representantes de los trabajadores «no van a dar por buenos» ni los inicialmente previstos -1.672- ni la reducción de esa cifra en 350 -planteada después- ni ninguna otra hasta que no esté cerrado el plan industrial, que es el que marcará el número de personas necesarias para fabricar el volumen que se fije.
El presidente valoró, no obstante, que por primera vez Magna «plasma» que va a hacer inversiones en Figueruelas, en la línea de fabricación que quiere, flexible y más productiva para fabricar los modelos Corsa y Meriva. Además, insistió en que uno de los cambios con respecto de la oferta anterior es que garantiza una producción del 70% en Figueruelas «como mínimo» y que la planta alemana de Eisenach tenga un 30% máximo. «Eso quiere decir que nosotros podremos pasar, dependiendo de qué modelos haya que fabricar, de ese 70%, pero Eisenach nunca podrá pasar del 30%», subrayó.
Magna plantea «con más claridad» que la nueva generación del Corsa, a partir de 2013, se va a producir en Zaragoza, con un volumen de producción del 72%, mientras que Eisenach tendrá el 28% restante. Según la nueva oferta, los vehículos se estamparán, como hasta ahora, en las fábricas que hagan la mayoría del modelo producido.
Arcéiz mostró su beneplácito de que Magna se refiera por primera vez a los proveedores, con el compromiso de fortalecer su volumen para mejorar los costes de eficiencia y competitividad.
También resaltó que la multinacional liga el proyecto industrial a llegar a un acuerdo en el plan de ahorro, aunque por ahora «es insuficiente» para que el comité de empresa negocie ese aspecto.
Por su parte, la secretaria del grupo de los trabajadores, Ana Sánchez, quiso hacer hincapié en la «disparatada» situación que se está dando en la negociación, ya que el comité de empresa lleva mucho tiempo sin « ningún tipo de interlocutor al otro lado de la mesa», porque Magna, con cuyos representantes solo se han reunido una vez, todavía no ha adquirido GM Europa y los Gobiernos aragonés y central tienen que hacer de mediadores.
