María Eugenia Sancho, pintora y escultora segoviana, participa en estos días en la Feria de Arte de Primavera de Nueva York, la ‘Affordable Art Fair New York City / Spring 2012’, que viene celebrándose desde 1999 y es el primer escaparate de arte contemporáneo accesible. En ella el precio no debe sobrepasar los 10.000 dólares; todos los artistas deben estar vivos y todo el trabajo debe ser original.
María Eugenia Sancho, muestra en esta ocasión en la ciudad neoyorkina obra pictórica, representada por la Galería Gaudí de Madrid. Galerías de Montreal, Singapur, Buenos Aires, Londres, Berlín, Brisbane, Hanoi… se dan cita en la Gran Manzana. En el corazón del exclusivo distrito de Manhattan, el arte contemporáneo atrajo a más de un millón de visitantes en 2011, en la pasada edición de la feria.
La artista segoviana expone su obra simultáneamente en una muestra internacional colectiva en México, que a partir del 22 de marzo y comisariada por Ernesto Ríos Rocha, director del Movimiento Artístico Internacional, itinerará por diversos museos y centros de arte, como el Tlaxcala City Art Museum, en el distrito de Sinaloa, en el sur del país.
María Eugenia Sancho, participó también recientemente en la ‘Puce des Art´s 12e édition d´art Contemporain’ acogida por la Villa de Biarritz, en el Casino Municipal, donde 38 artistas seleccionados, de entre 240 proyectos, expusieron más de 400 obras y 24 autorretratos.
Se dio la triste coincidencia de la proximidad de fechas de éste evento, el 30 de marzo, con el fallecimiento, dos días antes, de su madre, Petra Sanz, Tita, autora del libro la “Camisa de acorches de Segovia”, quien dedicó muchos años a la investigación y recuperación del tradicional atavío segoviano, como lo hizo su hijo Lorenzo Sancho con la dulzaina. El escritor Ignacio Sanz dedicó un emotivo artículo de reconocimiento a su aportación a la cultura castellana en este periódico, titulado “Tita Sanz: bordadora galana”.
La artista ha querido homenajear también a su madre, dedicándole sus actuales exposiciones, como reconocimiento a quien la educó, junto con su padre, Severiano Sancho, pintor y escultor, en el amor por la belleza, en todas las facetas de la vida.
