La bolsa de fraude detectada en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) por el Ayuntamiento de Segovia ha permitido recaudar 634.000 euros más de los previstos con este tributo durante el pasado ejercicio. En concreto, 34 de las 95 empresas sometidas a inspección pagaban menos de lo que les correspondía.
Según precisa a Ical el concejal de Hacienda del Consistorio segoviano, Alfonso Reguera, la inspección del IAE derivó finalmente en la apertura de 95 expedientes: 28 de los que se resolvieron antes de cerrar el pasado ejercicio resultaron positivos, de ahí los citados 634.000 euros, y quedan pendientes seis de otras tantas empresas que también deberán abonar distintas cantidades de dinero que se concretarán en este inicio de año. La bolsa de fraude destapada seguirá por ello creciendo, aunque no alcanzará el millón a pesar del alarmante arranque de campaña.
No en vano, tal y como recuerda Reguera, el índice de fraude era del 100 por cien cuando la Inspección llevaba ya 22 expedientes resueltos: “Primero se resolvieron los expedientes donde parecía más claro que podía haber algo y al final ese porcentaje no va a ser tan alto, se quedará en un 36 por ciento, pero a nivel de recaudación sí que es importante”. De hecho, el presupuesto municipal de 2014 (cuya aprobación se abordará en pleno el 3 de febrero) contempla un incremento del 44 por ciento con respecto a 2013 en la previsión de ingresos ordinarios por este concepto, y además gracias a una inspección que en realidad comenzó prácticamente por casualidad.
Todas las empresas que facturan más de un millón de euros al año están obligadas a pagar IAE. La cuantía que corresponde a cada una se establece en función de una serie de parámetros como la potencia de luz contratada o los metros cuadrados de superficie del negocio, y la compañía adjudicataria del trabajo de campo previo a la inspección fiscal detectó que la mayoría de las irregularidades provienen de ampliaciones del negocio en los años de bonanza económica. Se remontan incluso hasta hace una década, aunque ahora ya solo se les puede reclamar por los cuatro últimos ejercicios. Lo que hicieran antes ya ha prescrito.
De todo
Entre los defraudadores del IAE “hay de todo”, indica el edil de Hacienda, desde talleres y concesionarios de coches hasta empresas ligadas al sector de la construcción o secaderos de jamones. El expediente positivo más leve se ha resuelto con el requerimiento de un abono de 364 euros, y el más grave ronda los 120.000 entre la suma del volumen impagado por datos no declarados y los intereses de demora. “En unos casos ha sido por ignorancia, en otros por olvido… es posible que haya voluntariedad en algunos, pero creo que fundamentalmente ha sido por olvidos, o vamos a llamarlo dejadez”, resume Reguera.
Las sanciones habrían supuesto además un recargo del 20 por ciento sobre la cantidad defraudada pero, “dada la crisis”, el Consistorio ha optado por ser “flexible” y ofrecerles la oportunidad de regularizar su situación cursando una petición de alta voluntaria, e incluso les permite saldar sus deudas en plazos de hasta 18 meses.