Una treintena de demandantes de asilo llegados a Grecia fueron reubicados desde ayer en Luxemburgo, en el que fue el primer vuelo con salida del país heleno dentro del programa europeo para reubicar en el conjunto de la Unión Europea por un periodo de dos años a 160.000 refugiados llegados inicialmente a este país y a Italia.
Más de 600.000 inmigrantes entraron de manera irregular en Grecia en lo que va de año, según datos de la Comisión Europea, que considera que este vuelo a Luxemburgo es un “momento simbólico”, pero también un “primer paso de un proceso que debe convertirse en sistemático”, indicó el comisario de Inmigración e Interior, Dimitris Avramopoulos.
Desde que los Estados miembros se comprometieron el pasado mes de julio a reubicar a 40.000 refugiados (un compromiso elevado a 160.000 plazas meses después), un total de 86 inmigrantes con derecho a protección internacional han salido de Italia con a un reducido grupo de países, pero ninguno de Grecia.
El Gobierno italiano informó de que a lo largo de esta semana habrá nuevas reubicaciones con destino a Francia y España, donde el Gobierno de Mariano Rajoy comunicó a Bruselas que dispone de 50 plazas “inmediatas” para recibir a refugiados, aunque Bruselas considera que el primer vuelo a España contará con una cifra menor de inmigrantes.
El inicio del programa europeo para reubicar a los refugiados estuvo condicionado por la instalación en Italia y Grecia de centros para el registro y retención de los demandantes de asilo (‘Hotspot’), por ser una exigencia del resto de socios de la UE para empezar a recibir a estos inmigrantes.
Por ello, Avramopoulos pidió a Grecia que agilice la instalación de los centros comprometidos (cinco antes de que acabe el año), para que estén cuanto antes “plenamente operativos” y el traslado de refugiados pueda realizarse de manera “regular”. Mientras tanto, la canciller de Alemania, Angela Merkel, afirmó que los socios de la coalición gubernamental quieren “un acuerdo razonable” para hacer frente al flujo de refugiados que llega a su país.
“Veremos si logramos alcanzar un consenso. Si no lo logramos, continuaremos negociando, no sería la primera vez”, explicó.
Merkel fracasó en su intento de resolver las diferencias de la coalición sobre el sistema de registro de llegadas, dejando abierta las disputas dentro de su Gobierno.
