En torno al 70 por ciento de los encuestados piensa que la mejor decisión es mantener el mismo suministrador con el que cuenta actualmente, y sólo un 2,7 por ciento reconoce haber cambiado de empresa. Apenas un 30 por ciento manifiesta que sigue siendo fiel a su suministrador, pero considera la posibilidad de dejarlo por otro.
Así lo revelaron ayer los responsables en rueda de prensa el director del Observatorio Socioeconómico, Juan Antonio Folgado, y los profesores que han dirigido sendas encuestas a empresarios y usuarios domésticos, Luis Miguel Delgado Estirado, y Nélida Arranz, respectivamente.
Los resultados son muy similares, tanto para usuarios domésticos como para las empresas que han respondido a la encuesta, y que ha valorado la opinión de 350 particulares y 110 empresas, tanto de la capital como de la provincia.
La electricidad continúa siendo la principal fuente energética en el caso de los domicilios particulares, con algo más de presencia proporcional en el caso de los usuarios domésticos que en el de las empresas. Para las empresas, el segundo lugar en cuanto a fuente de energía más habitual es el gas natural.
Las diferencias entre la capital y la provincia casi se ciñen sólo al uso de la energía solar, que es más habitual en la provincia, con un dos por ciento en la urbe respecto al dos por ciento en la zona rural. Por el contrario el gas natural es más consumido en la capital. De hecho muy pocos municipios cuentan con él.
Otro dato llamativo de la encuesta, según el director del Observatorio Socioeconómico, Juan Antonio Folgado, es la “escasa” representación que tiene la energía nuclear como tipo de energía que dominará en España a medio plazo. Sólo un once por ciento de los consumidores y de las empresas lo tienen en cuenta. En cambio ponen por delante en sus previsiones a otras energías renovables como la solar o la eólica, y que, de acuerdo con la impresión de Folgado, son más costosas económicamente.
Resulta especialmente significativo que entre el sector empresarial, la mayoría cree que la energía mayoritaria que predominará en España a medio plazo será la energía solar, con un 44,6 por ciento de respuestas en este sentido, seguida de la energía eólica, con un 17,3 por ciento; del gas natural, con un 13,6 por ciento; y del petróleo, con un 11,8 por ciento. Pero ninguna de las primeras permite garantizar programar una producción, como lo hacen las fuentes procedentes de combustibles fósiles o de las centrales nucleares.
