Al menos 30 personas perdieron la vida ayer en el conflictivo noroeste de Pakistán, en dos atentados de los talibanes contra una reunión política y el consulado de EEUU en la ciudad de Peshawar.
El primer ataque, acometido por un suicida, tuvo lugar al mediodía en el distrito de Bajo Dir, situado en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), según informó una fuente policial, que detalló que el objetivo fue un acto público del Partido Nacionalista Awami (ANP), una formación laica y pastún que gobierna la provincia.
Al menos 30 personas fallecieron, incluidos muchos militantes del partido, y decenas resultaron heridas. «Es un día trágico, muy triste para nosotros», expresó Zahid Bunairi, un portavoz del ANP. Según Bunairi, cerca de un millar de seguidores se habían congregado en el lugar para celebrar la reciente decisión de cambiar el nombre de la provincia, que pronto será rebautizada como Khyber-Pakhtunkhwa.
La medida, que sustituye el anacronismo de la época colonial británica por un nombre que alude a la mayoritaria población pastún, va incluida en un amplio paquete de enmiendas constitucionales que será debatido esta semana en las Cámaras del Parlamento, ante las cuales compareció ayer el presidente del país, Asif Alí Zardari.
La jornada se vio además ensombrecida por otro ataque múltiple ocurrido poco tiempo después en la capital provincial, Peshawar, frente al consulado de EEUU. Al menos tres explosiones acompañadas de tiroteos y perpetradas por un comando talibán sacudieron el barrio de Saddar en un intervalo de 30 minutos. «El objetivo ha sido el consulado de EEUU, pero es una zona muy protegida y no han podido entrar en sus edificios», explicó la Policía. Según su relato, durante el asalto murieron los seis terroristas y un agente. Los atentados se producen después de tres semanas de escasa actividad insurgente en Pakistán, donde en 2009 el terrorismo se cobró 3.000 vidas.
