La diva del pop se había imaginado las cosas de forma distinta. Tras casi dos años sin sacar disco, Lady Gaga quería un regreso por todo lo alto, una «fiesta de poseídos», un «big bang», una simple y llana «locura», según anunciaba recientemente en su Facebook. Pero las filtraciones, el lanzamiento de una de sus rivales y un par de blogueros famosos torcieron sus planes, hasta que algunos medios se preguntan: ¿Ha llegado el fin de Lady Gaga? En realidad, todo estaba preparado al detalle. Con su álbum debut, The Fame, la excéntrica artista puso en marcha cuidadosamente una imponente maquinaria de relaciones públicas. Y así siguió: primero el anuncio en su web de su nuevo trabajo, Artpop; después, una foto desnuda que apareció como por casualidad; más tarde, la portada del CD… y, entre medias, silencio. Incluso cerró temporalmente su cuenta de Twitter.
Tanto misterio hacía que los pequeños monstruos, como Lady Gaga llama a sus fans, se frotaran las manos, pues dos años de espera sin nuevo disco se les hacía una eternidad. La pausa era demasiado larga para la extravagante diva. Tras la operación de cadera a la que se sometió en febrero tuvo que cancelar algunos conciertos y la silla de ruedas dorada en la que apareció después causó sensación. Así, su regreso estaba llamado a ser un bombazo, pero se convirtió en emergencia pop. Varios hackers filtraron el primer single, Applause, por lo que se vio obligada a abandonar su estudiada campaña y adelantar el lanzamiento. Fue mala suerte, o quizá no tanto, pero lo cierto es que en la misma semana salió el nuevo sencillo de una de sus principales rivales: Roar, de Katy Perry.
Lo peor fue que éste tuvo mucha mejor acogida entre los fans y, tras la primera semana, ya estaba en el puesto número dos de la lista de Billboard, mientras que el de Gaga solo llegó al sexto. Y para colmo, Perry superó a Stefani Joanne Angelina Germanotta, como reza su nombre de pila, en número de fans en Twitter.
¿Ha fracasado el comeback del año? ¿Está la carrera de Lady Gaga en horas bajas? Según los expertos, el principal problema es que las expectativas eran demasiado elevadas, pero habrá que ver cómo funciona su trabajo en el directo.
