La Oficina Federal de Investigación (FBI) estadounidense celebró ayer el 60 aniversario de la lista de los 10 criminales más buscados, por la que han pasado 494 prófugos, de los que 463 fueron atrapados, en parte gracias a la colaboración ciudadana.
Este programa, uno de los que el FBI se siente más orgulloso, nació desde un principio con un espíritu de cooperación. Precisamente, 46 fugitivos han sido arrestados gracias a la publicación de su foto en algún periódico o revista y otros 27 tras asalir en programas de televisión, de los que 17 casos han aparecido en el popular America’s Most Wanted.
Además, en 152 ocasiones, las pistas aportadas por el público han sido la clave para dar con el prófugo, lo cual supone una recompensa. El FBI tiene establecido un mínimo de 100.000 dólares por ayudar a encontrar a uno de estos delincuentes, aunque la suma varía según la peligrosidad y el tiempo que lleve en la lista.
Tal y como dijo el ex director del FBI J. Edgar Hoover: «El arma más efectiva contra el crimen es la cooperación, los esfuerzos de todas las agencias de la ley con el apoyo y la comprensión de la población estadounidense».
Hoover, que dirigió la agencia federal durante 48 años y fue artífice de su renovación en los años 30, fue el creador de esta lista, después de que en 1949 un periodista de la agencia News Service pidiera una relación de los individuos «más duros» que estaban persiguiendo en esos momentos.
El artículo generó tal publicidad para la Oficina Federal que el 14 de marzo de 1950 Hoover anunció la creación de esta lista.
El terrorista de origen saudí, Osama bin Laden, encabeza actualmente el top ten de los más buscados, en el que también hay cuatro hombres de origen hispano, un ucraniano y cuatro estadounidenses.
Precisamente ayer, el fiscal general norteamericano, Eric Holder, reconoció que no existen posibilidades de que el líder de Al Qaeda vaya a ser capturado con vida y posteriormente procesado. Holder apuntó que Bin Laden «nunca será condenado, porque morirá antes».
