Abrazado a la estatuilla de barro surgida de las manos del maestro alfarero Ignacio Sanz, Fernando Ortiz recibía el caluroso aplauso del público que ayer llenaba la Plaza Mayor después de recibir de manos de la alcaldesa Clara Luquero el título de ‘Amigo de San Frutos’ que este año decidió otorgarle la Venerable Cofradía del Paso de la Hoja. La imagen de la indisimulada emoción del veterano músico y folclorista integrante de Nuevo Mester de Juglaría fue ayer el símbolo del sentimiento que demostraron los miles de segovianos que ayer salieron a la calle para celebrar la festividad del patrón de Segovia en una fiesta sencilla y humilde en su concepción pero grande por su capacidad de unir a los segovianos, sean del signo político o social que sean.
El milagroso y milagrero santo eremita consiguió un año más congregar a la ciudadanía en torno a las actividades incluidas en el programa festivo, que comenzaron en el primer minuto del día 25 ante la Puerta de San Frutos de la Catedral con el ‘paso de la hoja’ del libro que lleva en sus manos, escenificado desde hace años por la Cofradía que lleva el nombre de este hecho singular. El talento y la creatividad de Francisco Lorenzo Tardón ilustraron en esta ocasión la página del libro del santo con un mensaje en el que el pintor pide su intercesión para que perdone a la sociedad de los desmanes medioambientales que han puesto en peligro a lo largo de los años la naturaleza merced a la mano del hombre.
La música de la Escuela de Dulzainas llevó a los asistentes al paso de la hoja hasta la Plaza Mayor, donde la Asociación de Cocineros tenía ya todo a punto para comenzar a servir las ‘Sopas del Santo’, que siempre reconfortan y vivifican el ánimo aunque la noche de San Frutos no fue especialmente fría en lo meteorológico. Más de 2.000 raciones de la sopa fueron servidas a los segovianos, que con su donativo contribuyeron a paliar las necesidades de la infancia en los países más desfavorecidos a través de UNICEF.
Con el ánimo preparado para la fiesta, el trascoro de la Catedral fue de nuevo el escenario de uno de los hitos más importantes de la vida de la ciudad, en el que más de 300 voces y medio centenar de instrumentistas cantan la gloria y las virtudes de San Frutos en el Villancico que preludia la misa solemne dedicada al patrón de Segovia.
A las 12 del mediodía, y ante las reliquias que se conservan del Santo Eremita, el coro dirigido por Chema García Portela hizo vibrar de emoción a un numeroso público que llenaba el templo con la interpretación de esta pequeña pieza que resume en 13 minutos el sentir de todo un pueblo hacia su patrón.
Por segundo año consecutivo, el niño Guillermo Subtil, de la Escolanía de Segovia, ponía la ‘voz blanca’ con dulzura y serenidad, arropado no sólo por la masa coral e instrumental del villancico, sino por todos los segovianos que ayer lo entonaban también desde sus sitios.
Tras la misa solemne, presidida por el Obispo de Segovia César Franco y concelebrada por el Cabildo Catedral, los segovianos participaron en otro de los momentos importantes de la fiesta, centrado en la lectura del ‘Romance del Santo Eremita’ y la entrega del premio ‘Amigo de San Frutos’. La directora de la Escolanía de Segovia y de la Coral Ágora, Maria Luisa Martín, puso la voz al relato en verso del milagro de San Frutos en el Duratón, y compartió con Fernando Ortiz los últimos versos del romance, que ambos cantaron para vitorear al santo.
Después fue el turno de Fernando Ortiz, que en su condición de ‘Amigo de San Frutos’ agradeció esta distinción, que dedicó «con afecto y complicidad» a su familia, a la alcaldesa Clara Luquero y a todos los compañeros con los que compartió trabajo en el área de Cultura del Ayuntamiento en las últimas tres décadas, al llegar este año a la edad de jubilación. Ortiz subrayó la «devoción religiosa y profana» que Segovia profesa a San Frutos, ya que su vida «representa lo que Segovia quiere ser», y no pudo reprimir su emoción al pedir a los asistentes un ‘viva San Frutos’ que le hizo quebrar la voz.
Fernando Ortiz tomó la batuta para dirigir a la banda de la Unión Musical Segoviana en las dos piezas de su repertorio en las que versionan temas del Nuevo Mester, como homenaje de la agrupación musical a la carrera del también músico y folclorista. La interpretación del ‘Himno a Segovia’ puso la guinda a una jornada en la que una vez más, quedó claro que para los segovianos San Frutos es emoción.
