Salvo que se produzca una sorpresa mayúscula, David Villa se convertirá en las próximas horas en el primer refuerzo del Barcelona para la próxima temporada.
El presidente azulgrana, Joan Laporta, garantizó ayer que solo quedan «unos detalles» por resolver con el Valencia para la incorporación del delantero, y que confía en solventarlos en breve.
«Se iniciaron las negociaciones y todavía continúa el proceso, porque se trata de un jugador que nos interesa. Las dos partes estamos ultimando ya el acuerdo».
El asturiano, al que su actual club tasa en unos 45 millones de euros, aunque los ‘culés’ aspiran a hacerse con sus servicios por unos 42, llegaría a una plantilla con varios atacantes de calidad. El máximo mandatario de la institución no cree que sea incompatible con el sueco Zlatan Ibrahimovic, aunque prefirió no entrar en excesivos detalles.
«Esa cuestión hay que comentársela a los entrenadores. A nosotros, ellos nos han dicho que les parece una opción interesante. La secretaría técnica, la dirección general y yo mismo estamos intentando satisfacer su deseo. En cualquier caso, ‘Ibra’ tiene un contrato y nos encontramos muy contentos con su rendimiento».
En cuanto a otra de las caras nuevas que más está sonando como probable, la del ex blaugrana Cesc Fábregas, Laporta manifestó que el club aceptaría hacer «un esfuerzo económico».
Eso sí, descartó que la entidad pretenda utilizar al propio catalán como herramienta de presión. «Si afrontáramos la operación, hablaríamos directamente con el Arsenal, que posee los derechos sobre el futbolista».
Por último, el responsable lanzó otros dos mensajes. Cerró por completo la puerta de salida a Xavi y reconoció que lo más normal es que Thierry Henry se marche a Estados Unidos.
