Ya es definitivo. A pesar de las protestas ciudadanas y la oposición de la mayoría de los grupos de la oposición, las Ordenanzas fiscales y precios públicos del Ayuntamiento para el ejercicio de 2016 fueron aprobados ayer en pleno, como era de esperar, con la abstención del concejal de Izquierda Unida, Ángel Galindo, los votos a favor del equipo de Gobierno socialista y el voto de calidad de la alcaldesa, Clara Luquero, como ya pasara en el pleno extraordinario de octubre donde se debatieron por primera vez las tasas e impuestos para el próximo año. Así, finalmente se eliminarán las bonificaciones del 50% para las familias numerosas y los vecinos de los barrios incorporados en la tasa del agua y se establecerán tres tramos de consumo para determinar el coste: de 0 a 34 metros cúbicos; de 35 a 84; y a partir de 85.
A pesar de que el tema ya se ha debatido en varias ocasiones, el tono de los reproches no se redujo en el pleno ordinario de ayer, el último del año, sobre todo de los grupos municipales de PP, Ciudadanos y UPyD contra el equipo de Gobierno y contra el concejal de IU, por permitir una subida en la tasa del agua que ya se califica de ‘tasazo’ por el modo en el que se va a imponer, criticaron los concejales de la oposición.
Alfonso Reguera, portavoz del equipo de Gobierno, fue el encargado de abrir el debate, reiterando que, excepto la tasa del agua, no se incrementa ninguna otra tasa ni precio público el próximo año y haciendo referencia a los 585 escritos que se han presentado en el Ayuntamiento durante las últimas semanas referentes a las tasas e impuestos, alegaciones y reclamaciones que se han desestimado en su totalidad.
Destacó también Reguera que se han realizado diferentes estudios sobre la prestación de los servicios municipales en los barrios incorporados y defendió la calidad de los mismos, recordando que un ayuntamiento de menos de 5.000 habitantes tiene que posibilitar muchos servicios a sus ciudadanos, como iluminación pública, pavimentación, agua corriente, etcétera, pero en los barrios incorporados se prestan, además, otros servicios, como proteción civil y prevención de incendios, entre otros, que corresponden a ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, por lo que “los barrios incorporados están muy bien atendidos”, afirmó.
Galindo, como viene haciendo desde octubre, defendió la progresividad del nuevo tramo incluido para determinar el coste del agua, y acusó a sus compañeros de la oposición de querer engañar a los vecinos al afirmar que se va a subir el precio del agua un 127 por ciento a aquellos que consuman más de 35 metros cúbicos, ya que, recordó, “los primeros 34 metros cúbicos se pagan siempre al mismo precio, cuando se empieza a pagar más es a partir del 35, así se potencia el ahorro de agua”. En su segunda intervención, reiteró que “decir el porcentaje de cuánto sube el agua es tendencioso, porque el segundo tramo no sube un 127 por ciento”.
El concejal de IU afirmó que es más populista pedir que se baje el precio del agua, pero “así se fomenta un uso irracional y entonces habría días en los que abriríamos el grifo y no saldía agua” y pidió al resto de grupos que definan “cuál es el beneficio de bajar el precio del agua. Tienen que explicar sus políticas”.
“Vamos a seguir defendiendo los tramos y es probable que los propongamos para otras tasas”, añadió Galindo. Además, aseveró que “el agua no puede ser una moneda de cambio para pedir otros servicios”.
Para el grupo de UPyD, “los tramos se han convertido en una falta de progresividad y de progresismo, porque el tramo en el que menos sube el precio es en el que más se consume”, señaló su portavoz, Cosme Aranguren. Sin embargo, para UPyD lo importante es que el Ayuntamiento se centre “en arreglar las pérdidas de agua —que cifró en cerca de un tercio—, porque es ahí donde hay que invertir”.
En cuanto a Ciudadanos, también se reafirmó en su postura, “en contra de la subida del agua” porque, dijo María José García Orejana, portavoz del grupo, “el consumo de agua se establece por viviendas, pero sin tener en cuenta las personas que viven en ellas” ni la capacidad económica de las mismas. Asimismo, reiteró García Orejana que es necesario limpiar el vaso del Pontón, aprovechando la escasez de agua actual, y “no esperar a que haya problemas de salud pública”.
Javier Encinas, concejal del Grupo Municipal Popular, lamentó que el equipo de Gobierno sólo haya recogido la propuesta de IU respecto a la progresividad de los tramos y que no se hayan tenido en cuenta las reclamaciones de los ciudadanos. Pero, sobre todo, “criticamos los modos y maneras en que han procedido [el equipo de Gobierno] para no debatir las tasas”. Lamentó también que “no nos han dado la oportunidad de hacer ninguna propuesta”.
El resultado del debate ya lo conocen: la subida del agua salió adelante con la abstención del concejal de Izquierda Unida y el voto de calidad de la alcaldesa.