La situación de los rebeldes libios se complica conforme pasan las horas. Si el sábado las tropas leales al régimen de Muamar el Gadafi tomaban el enclave petrolero de Ras Lanuf, ayer los opositores trataban de resistir desesperadamente el avance de los militares entre las localidades de Brega (ya reconquistada por las fuerzas del coronel) y Ajdabiya, principal nudo de comunicaciones en el este del país.
Los combates se desarrollan entre informaciones confusas e imprecisas, debido sobre todo a la ausencia de periodistas, que han huido de la dureza de los bombardeos gadafistas y la escasa información que ofrecen las autoridades de ambos bandos.
Según el portavoz rebelde Mustafa Geriani, los insurgentes aún controlan Brega, blanco de bombardeos desde hace varios días.
Sin embargo, la cadena qatarí Al Yazira informó horas antes de la existencia de desembarcos puntuales de tropas gadafistas en la costa de dicha localidad, mientras que la televisión oficial libia sostuvo que las fuerzas del coronel se habían hecho ayer ya con el control de esa población.
Lo cierto es que el avance a pasos agigantados de las fuerzas del régimen de Trípoli provocó temor en algunos habitantes de Ajdabiya, último municipio importante antes de Bengasi, que algunos habitantes han comenzado a evacuar.
«Varias familias han abandonado la ciudad, pero la mayoría todavía permanece allí», explicó un miembro de la comisión de prensa de los rebeldes, Bara al Jatib, quien subrayó que se habían intensificado las medidas defensivas y de seguridad mientras los rebeldes todavía resisten en Brega.
Al temor por las represalias de los gadafistas se suma el miedo a un cerco a la ciudad de Bengasi, capital provisional de los rebeldes, y a la posibilidad de que las fuerzas del coronel libio traten de alcanzar Tobruk y de ahí controlar la frontera con Egipto.
El asesinato el pasado sábado en una emboscada del cámara de la cadena de televisión Al Yazira Ali Al Yaber ha llevado al medio millar de periodistas internacionales presentes en la zona bajo control rebelde a replegarse en dirección a Tobruk, a donde se dirigieron ayer un importante número de corresponsales.
Los revolucionarios aseguran que tratan de contener y hostigar el avance de los leales a Gadafi, que desde el domingo pasado imponen su superioridad aérea, marítima y artillera.
Por otra parte, la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, aseguró ayer que España estará junto con los países aliados si se acordarse una intervención en Libia para controlar su espacio aéreo, aunque insistió en que este paso requiere la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
