Toledo ha sido este año la ciudad elegida por la Pastoral de Juventud para pasar una jornada de convivencia entre jóvenes y adultos. Como realizan cada año, el grupo escoge un lugar para conocerlo y compartir todo un día para contemplar la ciudad y además, visitar alguna congregación de monjas clarisas. En esta edición fueron 30 jóvenes acompañados de sus padres y los dos sacerdotes de la localidad, Javier Martín y Emilio Calvo, los que se desplazaron.
En la histórica ciudad de Toledo pudieron visitar la imponente Catedral, la iglesia de Santo Tomé, donde se ubica el famoso lienzo de ‘El entierro del Conde de Orgaz’, y algunos otros puntos emblemáticos de la ciudad por los que pasaron en su recorrido guiado. No faltaron las visitas a algunos nacimientos, para comparar con los instalados en Cuéllar y disfrutar de esta afición.
En otras ocasiones, la Pastoral de Juventud ha elegido otras ciudades de Castilla y León. La salida ya se ha convertido en una tradición desde hace cinco años, y son cada vez más los jóvenes que se unen junto a sus familiares para disfrutar de este corto pero intenso viaje. Además de la visita turística a la ciudad y sus monumentos, una de las actividades representativas de esta salida es la de la comida, que siempre se realiza en un algún convento de monjas clarisas. En Toledo, se recluyen en el de Santa Isabel de los Reyes y son, concretamente, clarisas franciscanas. Eligen a esta congregación por la especial relación que mantienen con la orden de Cuéllar y el convento local de Santa Clara, donde cada cierto tiempo realizan retiros espirituales y conviven con las clarisas. Con las de Toledo, la experiencia también fue, aunque no de retiro, igualmente enriquecedora. Todos los asistentes compartieron la comida como símbolo de hermandad.
La experiencia, en conjunto, ha sido muy bien valorada tanto por los jóvenes como por los adultos, los sacerdotes y todos los participantes. Con miras ya a la próxima edición, no faltarán actividades que organicen durante el resto del año, con las que pretenden hacer partícipes a los niños y a los mayores.