El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó ayer de mentir «como un bellaco» al que diga que los socialistas han llevado a cabo recortes sociales y que en su mandato ha disminuido el Estado del bienestar, y advirtió de que con el PP sí habrá un retroceso.
El líder socialista participó en Santander en un mitin para arropar a los candidatas del PSOE a la Presidencia regional y al Ayuntamiento de la capital. Al fin llenó un auditorio, pues en las anteriores dos ocasiones pinchó. Esta vez, Ferraz dispuso para él un local para unas 2.500 personas para no llevarse más disgustos. Como era de suponer, atacó a Mariano Rajoy, a quien afeó que «nunca diga nada», ni sobre sus propuestas, ni sobre la crisis ni sobre cómo crear empleo.
Tras las nuevas incertidumbres sobre la deuda griega, Zapatero fue tajante al sostener que se puede tener «plena confianza en el futuro económico de España», pese a que los populares «intentan un día y otro minar y socavar la credibilidad de la economía española». Así, invitó a su portavoz económico, Cristóbal Montoro, a que tenga «un poco más de aprecio por su país».
En esta ocasión, no habló del terrorismo ni de Bildu -anoche ya le hizo un flaco favor el líder del PNV, Íñigo Urkullu, que le ofreció todo su apoyo para «caminar hacia la paz»-. Toda su intervención giró en torno a la defensa de las políticas de los socialistas en todos los ámbitos de actuación, con especial detenimiento en las llevadas a cabo por el Gobierno en estos últimos siete años, y en advertir de la pérdida de derechos y de los recortes que habrá con Gobiernos del PP. No fustigó a Aznar, y prefirió ser más constructivo -que no constructor- que en jornadas anteriores.
Comportamiento ejemplar de sus ayuntamientos
A renglón seguido, contrapuso el comportamiento de los ayuntamientos y las comunidades gobernados por los socialistas, que, a su juicio, han colaborado en la lucha contra la crisis, con los del PP, que han hecho «lo que les ha ordenado Rajoy: obstaculizar las soluciones». Y lanzó una profecía: allí donde gane el PP, se recortarán las políticas y los derechos sociales.
Zapatero ejerció también de espía y previno sobre esas intenciones del bloque conservador, a cuyos dirigentes ha oído hablar en privado de que el Estado de las Autonomías es insostenible, lo que equivale a decir, según su diagnóstico, que son insostenibles la educación, la sanidad y la dependencia. Un vaticinio que le ha llevado a alertar de que el 22-M hay mucho en juego: «Esto no es una broma. ¿O acaso no tienen cara de copago?». «No mentimos cuando hablamos de eso; es lo que tienen en la cabeza. No mentimos cuando advertimos de que habría marcha atrás en la ley de la dependencia. Decimos la verdad y la verdad es así: no creen en el Estado del bienestar».