El lehendakari, Patxi López, reivindicó ayer la vigencia del Estatuto de Autonomía de Gernika «como marco de convivencia de una Euskadi en la que quepamos todos» y como instrumento «que garantiza el derecho a decidir».
López aseguró no pretender «una defensa numantina de un texto concreto», sino que abogó por el espíritu del Estatuto como «forma de entender la convivencia entre ciudadanos diferentes con derechos iguales».
El socialista presidió ayer la conmemoración del 30 aniversario del Estatuto de Autonomía de Gernika, que se celebró en la sede de la Presidencia del Gobierno regional, en Vitoria, y que contó con la presencia de representantes de las principales instituciones y partidos del País Vasco, así como con un grupo de ciudadanos elegidos por sorteo. Los que no estuvieron fueron los nacionalistas, que celebraron el día de forma paralela.
En la ceremonia se entregaron además las distinciones Lan onari (Al buen trabajo) al periodista Iñaki Gabilondo, el político Juan Mari Bandrés, que no pudo recoger el reconocimiento, al presidente del grupo Mondragón, José María Aldekoa, y a la montañera Edurne Pasaban. También se otorgó el galardón Lagún onari (Al buen amigo) a México, por su relación con la sociedad vasca.
En su intervención, el lehendakari subrayó que el Estatuto «no es solo un texto», sino que supone «la puerta de entrada para hacer posible la convivencia».
«Hace 30 años, los vascos alcanzamos un sueño largamente esperado por los demócratas durante la larga noche de la dictadura. Soñábamos y luchábamos por la libertad, la democracia y el autogobierno; y juntos, porque son términos que se complementan y van unidos para nosotros, llegaron de la mano del Estatuto», destacó en su intervención.
Por ese motivo, el 30 aniversario de este texto debe ser «un día para celebrarlo y para reafirmar su vigencia y valor como marco de convivencia democrática, porque define a una Euskadi en la que cabemos todos».
De esa forma, indicó que «es el Estatuto lo que constituye al País Vasco como comunidad política, dotándonos de una capacidad de autogobierno tal que nos permite, desde nuestras propias instituciones, decidir sobre los asuntos que afectan a prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida social, económica, política y cultural».
Terrorismo
López destacó que en una jornada festiva como la de ayer , también debía ser «un día de recuerdo a las víctimas del terrorismo», de las que recordó que «han sido asesinadas por defender los valores democráticos que contiene este Estatuto». En esta línea, expresó su esperanza de que «más pronto que tarde» pueda lograrse el final del terrorismo.
«Es verdad que los vascos somos diferentes; pero no diferentes a otras sociedades, somos diferentes entre nosotros», indicó, para añadir a continuación que «cada ciudadano piensa de una manera y tiene una forma diferente de entender la identidad», algo que, según dijo, «forma parte de nuestra riqueza como sociedad».
El lehendakari consideró que «nadie debiera querer imponer ideas o identidades para uniformar al país». Por el contrario, defendió la necesidad de «compartir una fórmula política que acepte, respete y entienda las diferentes identidades». A su juicio, «eso es en el fondo el Estatuto, un pacto entre quienes deciden vivir juntos, respetando las diferencias y resolviendo problemas».
López subrayó también la necesidad de lograr una Euskadi «con más libertad y más democracia», en la que «ningún vasco sea amenazado por sus opiniones políticas y pueda elegir su futuro y su propia identidad sin tener que pagar un precio por ello». Para ello, apostó por utilizar las potencialidades del texto autonómico para «deslegitimar el terrorismo y ampliar consensos que permitan seguir avanzando» a la sociedad hacia un escenario de «ampliación de derechos y libertades».
