El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, propuso ayer a Venezuela y Ecuador «abrir caminos de cooperación», a las FARC les advirtió de que «se les agotó el tiempo» y pidió el apoyo de todas las fuerzas políticas, incluido el Partido Verde, para sacar adelante un Gobierno de «unidad nacional».
En su primer discurso tras conocerse su victoria en las urnas, las que le otorgaron el 69 por ciento de los votos y le llevarán el 7 de agosto a la Presidencia, Santos dijo que su triunfo es también el de Álvaro Uribe, el actual mandatario. «Quiero rendir tributo desde el fondo de mi corazón a uno de los mejores presidentes que hemos tenido en dos siglos de vida republicana. Muchas gracias, muchas gracias, presidente Álvaro Uribe Vélez», exclamó el político.
Abrigado por miles de seguidores en el coliseo bogotano de El Campín, Santos anunció que el Gabinete de unidad nacional «ya está en marcha». Y por ello agradeció el apoyo que le dieron los otros partidos después de la primera vuelta electoral, el que le permitirá gobernar casi sin oposición.
«Los colombianos votaron para apoyar un mensaje de unidad y yo recojo ese mensaje (…), soy y seré el presidente de la unidad nacional», subrayó.
El flamante ganador invitó incluso a su rival Antanas Mockus a unirse, así como a miembros del Partido Verde y colaboradores de su rival, como el ex alcalde de Medellín y ya ex candidato a la Vicepresidencia, Sergio Fajardo.
El oficialista aprovechó además la euforia del público para lanzar un mensaje a la comunidad internacional, y en especial a Ecuador y Venezuela. «Aspiro a trabajar de la mano con los países vecinos», remarcó, al matizar que en las «relaciones conflictivas», en alusión a las que el Ejecutivo de Uribe mantiene con esos dos países, siempre «hay dos alternativas: mirar con amargura hacia el pasado o abrir caminos de cooperación hacia el futuro» y Santos ayer optó por la segunda vía.
Ecuador rompió relaciones con Colombia en marzo de 2008 tras el bombardeo a un campamento de las FARC ubicado en su territorio, mientras que Venezuela las «congeló» en 2009 a raíz del polémico acuerdo militar firmado entre los gobiernos de Bogotá y Washington.
En su discurso, el presidente electo y quien como ministro de Defensa de Uribe fue artífice de los mayores golpes a las FARC en sus 45 años de historia, lanzó asimismo un duro mensaje a la guerrilla. «Que oigan los terroristas y que oiga el mundo, a las FARC se les agotó su tiempo. Colombia está saliendo de su pesadilla del secuestro y la violencia; mientras insistan en sus métodos terroristas, mientras insistan en atacar al pueblo colombiano no habrá dialogo y las seguiremos enfrentando con toda la dureza, con toda la firmeza», afirmó.
Les exigió así liberar a todos los secuestrados y les dijo que su gobierno mantendrá «abiertas las puertas de la reinserción», de lo contrario actuará con firmeza porque, como recordó: «los colombianos saben bien que yo sé como combatirlos». Y es que como titular de Defensa, Santos ideó y ejecutó algunas de las operaciones clave que debilitaron a las FARC como nunca lo habían estado.
Azote de la guerrilla
En marzo de 2008, Santos fue el artífice de la Operación Fénix, en la que murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes y otras 25 personas en el citado bombardeo en territorio ecuatoriano, una polémica acción que marcó el inicio del fin de la entonces cúpula de la guerrilla. Meses después, en julio de ese año, se llevó a cabo la Operación Jaque, por la que el Ejército liberó a 15 secuestrados, entre ellos a la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt y tres estadounidenses, mediante engaños a las FARC.
Con estas propuestas, el mandatario insistió en dejar atrás los rencores y llamó «a todos los que quieran construir nación». «Será una unidad no solo de partidos sino de propósitos, demos vuelta a la página de los odios, demos vuelta a la pagina de las divisiones, a Colombia le llegó su hora y ésa es la hora de la unidad», concluyó.
