La visita ayer a Melilla del presidente del PP, Mariano Rajoy, resultó polémica por un doble motivo. El primero, las críticas de Marruecos, que calificó el viaje de «provocación» al entender que la Ciudad Autónoma es territorio ocupado pese a que desde su fundación hace ahora 501 años haya sido plenamente española. El segundo motivo de debate fueron unas declaraciones del dirigente popular, que aseguró «respetar» la decisión de Francia de expulsar de su territorio a cientos de gitanos, aunque abogó por una política europea «común» en cuanto a la inmigración.
A preguntas de los periodistas durante su viaje a la localidad norteafricana, Rajoy señaló que no conoce en profundidad «todos los extremos ni todas las razones» de las expulsiones, pero expresó su «respeto» por la acción del Ejecutivo encabezado por Nicolás Sarkozy.
El líder del PP manifestó que en materia de inmigración lo importante es «el orden, el control, la ley y una política europea». «En un espacio donde hay libre circulación de personas y la gente se puede trasladar de un lugar a otro, lo importante es una política europea común y, desde luego, el pleno respeto a la legalidad», sostuvo.
El popular agregó que está «absolutamente convencido» de que el Gobierno francés ha llevado a cabo la expulsión de los gitanos de acuerdo a la legalidad, «como no puede ser de otra manera».
En lo que se refiere propiamente a su viaje a Melilla, el octavo que realiza desde 2003, Rajoy lo llevó a cabo pese a la protesta del primer ministro marroquí, Abás El Fasi, quien, en calidad de secretario general del partido Istiqlal, calificó el miércoles dichos desplazamiento como una «provocación».
El presidente del PP fue recibido con aplausos y gritos de «presidente, presidente», mientras en la frontera de Beni Enzar, que separa la Ciudad Autónoma de Marruecos, unas decenas de activistas se manifestaron contra la visita.
Rajoy eludió polemizar con su visita a Melilla, que calificó como «normal» y «en positivo», tras ser invitado por el Ejecutivo autonómico. El conservador lamentó que «alguien» haya querido dar a su viaje una «intención negativa» y reiteró que su propósito únicamente era el de estar con los melillenses, al celebrarse hoy el Día de Melilla.
«Me desplazo con absoluta normalidad por todo el territorio nacional», señaló el mandatario popular, quien añadió que hoy estará en Palma de Mallorca, mañana en Barcelona y el domingo en Antequera (Málaga).
El líder del PP indicó que Marruecos y España tienen mucho que ganar desde el entendimiento y la cooperación. Sobre la reacción del Gobierno español a la carta de El Fasi, Rajoy declaró que lo único que ha visto es que «fuentes» del Ejecutivo han dicho que puede desplazarse libremente por el territorio nacional. «Hasta ahí podríamos llegar», apostilló el popular.
Precisamente ayer se conoció que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se entrevistará previsiblemente el lunes en Nueva York con el Rey de Marruecos, Mohamed VI. Según confirmaron fuentes de La Moncloa, ambos mandatarios esperan poder encontrarse en tal fecha al coincidir en esa ciudad para participar en el inicio del debate de la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
