El disidente cubano Guillermo Fariñas puso ayer fin a la huelga de hambre que comenzó hace más de cuatro meses para reclamar la libertad de varios presos políticos enfermos. La decisión del periodista tiene lugar tras el anuncio del Gobierno de Cuba de liberar en un plazo máximo de cuatro meses a 52 opositores, de los cuales cinco serán excarcelados en breve y trasladados a España.
«Me comprometo a curarme ante mis hermanos», declaró el también psicólogo en un comunicado que suscribió ante miembros de organizaciones disidentes que le visitaban en el hospital de Santa Clara, unos 250 kilómetros al este de La Habana. Allí ha permanecido ingresado desde el pasado 12 de marzo. Fariñas y desde allí quiso agradecer la solidaridad «de todos los hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo, quienes fueron mi escudo protector contra las maniobras represivas».
También destacó la labor «heroica y digna» de las Damas de Blanco, el grupo opositor cubano formado por madres y esposas de presos políticos de la isla, y quiso recordar a «todos los cubanos solidarios con la libertad de Cuba, estén en las cárceles, la diáspora, el exilio o en las calles de esta tierra».
Guillermo Fariñas, de 48 años, comenzó su ayuno tras la muerte del preso político Orlando Zapata con el fin de exigir la libertad de los opositores encarcelados que estaban enfermos. En la actualidad, su estado de salud es crítico, debido a la aparición hace una semana de un trombo en la yugular, si bien se mantiene consciente y orientado y recibe tratamiento específico para esa afección, así como sueros de hidratación.
Fue clave el anuncio que la Iglesia católica cubana hizo el miércoles, en el que se adelantó que el Gobierno iba a liberar a 52 presos políticos como resultado del diálogo que inició en mayo con las autoridades de la isla. Al parecer, el obispo de Santa Clara, monseñor Marcelo Arturo González, visitó el miércoles a Fariñas para entregarle personalmente el comunicado divulgado por la Iglesia sobre las liberaciones.
En esa nota, reproducida ayer por los medios oficiales cubanos, el Arzobispado de La Habana informó de que el régimen procederá a la excarcelación gradual de 52 presos políticos, cinco de ellos de forma inminente, que podrán trasladarse a vivir a España con sus familias si lo desean.
Los cinco reos, que podrían recalar en nuestro país «en los próximos días» son concretamente: Antonio Villarreal Acosta, Lester González Pentón, Luis Milán Fernández, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco Ávila.
Reacciones
Una vez conocida la noticia de la liberación de los disedientes, se sudeieron las declaraciones, que tuvieron como denominador común el optimismo y la esperanza. Así, Hillary Clinton, secretaria de Estado norteamericana, calificó como «gesto muy positivo» la excarcelación de los presos. «La medida, aunque llega tarde, es muy bienvenida», matizó. Por su parte, el Gobierno francés adelantó que considera la resolución como algo «muy significativo», y que constituye un «paso importante para mejorar la situación de los Derechos Humanos» en la isla caribeña.
