No es habitual ver a los integrantes de uno de los grupos municipales del Ayuntamiento romper la uniformidad en el voto, pero en el pleno de ayer se dio la curiosa circunstancia de que cuatro integrantes del Grupo Socialista votaban en contra y tres a favor de una misma moción, mientras los cinco restantes se abstenían.
La situación se produjo en la votación de una moción presentada por el concejal de Izquierda Unida, Luis Peñalosa, en la que pedía que el Ayuntamiento se dirija al Gobierno de la Nación para expresar su rechazo a la reforma del artículo 135 de la Constitución, aprobada por las Cortes y recientemete sancionada por el Rey, que establece un techo de déficit para las administraciones públicas.
Para Luis Peñalosa, en este proceso de reforma “no se ha contado ni con las entidades locales ni con las regionales, y mucho menos con los ciudadanos; llevamos años intentando que se cambie la Constitución para cosas más importantes y beneficiosas para el ciudadano, sin resultado, y ahora se ha cambiado a matacaballo para provecho de los mercaderes”, aseguró, afirmando que al menos quiere “el derecho al pataleo”.
El PSOE ya había anunciado el jueves, a través de su portavoz, que daría libertad de voto a sus concejales, por lo que el alcalde, Claudia de Santos y Marisa Delgado decidieron sumar sus votos al de Luis Peñalosa, mientras Clara Luquero (que compatibiliza su cargo de concejala con su acta en las Cortes y que votó en su día a favor de la reforma), junto a José Llorente, Alfonso Reguera y el propio Javier Giráldez, se manifestaban en contra.
Los restantes concejales socialistas optaron por la abstención, junto a los doce ediles del PP, que sí votaron en bloque. “Esta moción es extemporánea e inconveniente, un tema político propio de otros foros”, sostuvo Jesús Postigo, añadiendo que la propuesta de IU “carece de sentido práctico y es una pérdida de tiempo, toda vez que el Rey ha sancionado ya la reforma, aprobada por los representantes de los españoles”.
Con cuatro votos a favor y cuatro en contra, el voto de calidad del alcalde decidió y la moción salió adelante.
Otra de las mociones aprobadas en el pleno de ayer, en este caso planteada por el Grupo Socialista, y aprobada por unanimidad, es la que propone iniciar el procedimiento administrativo necesario para que la actual calle Miguel Servet, un vial próximo al Hospital General, pase a llevar el nombre del doctor Luis Erik Clavería, fallecido en junio pasado. Todos los grupos municipales pusieron de relieve los valores profesionales y humanos del neurólogo, que ejerció en el complejo hospitalario segoviano desde 1978 hasta su jubilación.
