No consta en ningún documento que Miguel de Cervantes (1547-1616) pisara alguna vez Segovia y, ciertamente, las referencias a la ciudad del Acueducto o a sus habitantes son más bien escasas; unas cuantas citas sueltas del Quijote y algunas breves referencias en otras obras, como en “Rinconete y Cortadillo”, cuando apunta que el primero nació en la Venta de la Fuenfría, esto es, en Valsaín. Es así que cuando al doctor en Filología Hispánica y catedrático de lengua y literatura, Jesús Pastor, le ofrecieron la posibilidad de diseñar un paseo literario por Segovia vinculado a la conmemoración de la muerte del autor del Quijote, el también escritor optó por ofrecer una visión más amplia, que permitiera conocer el ambiente de la ciudad en la época y, sobre todo, para rescatar del olvido a autores que, bien de origen segoviano o con vinculaciones con esta tierra, fueron coetáneos con el genio universal.
En el marco de la iniciativa “Domingos de Patrimonio”, Pastor ejerció ayer de guía y docente en el paseo literario por el centro histórico de Segovia para evocar la figura de Cervantes y de la otros autores del ‘Siglo de Oro’, de hasta cuatro generaciones, de raíces segovianas o que mantuvieron alguna vinculación con la ciudad, desde San Juan de la Cruz hasta los segovianos Alcalá Yáñez o Alonso Ledesma, sin olvidar a Lope de Vega que estuvo preso en el histórico edificio de la Calle Real que fue antigua cárcel y que durante décadas fue Biblioteca Pública.
El paseo arrancó en el Azoguejo, un lugar “de mala fama” en la época de Cervantes, como así lo hace constar en el comienzo de El Quijote. La Plaza del Azoguejo, señaló Pastor, es uno de los diez escenarios que cita Cervantes como de pésima reputación, cuando alude a las hazañas “delictivas” de un ventero, que había ejercido en la plaza y mercado segoviano “la ligereza de sus pies y la sutileza de sus manos”.
En este punto del recorrido, Pastor citó por primera vez en la visita a Alcalá Yáñez (1571-1632), médico residente en Segovia y autor de un libro de picaresca “un tanto suave”. Escrito en forma dialogada, al estilo de la Celestina, la obra de Yánez “Alonso, mozo de muchos amos” o el “Donado Hablador” —en la época era típico poner dos títulos a las obras— contiene, según explicó el catedrático, un “interesante capítulo” en el que aporta una serie de datos sobre la Segovia de la época; y, entre ellos, una descripción del Acueducto.
La siguiente parada de la visita fue el Teatro Cervantes, donde Pastor hizo referencias a la frustrada carrera del autor del Quijote como autor teatral. “Sus intentos de triunfar como dramaturgo chocaron con la comedia nueva de Lope de Vega”, apuntó Pastor, quien explicó que Cervantes “harto de buscar un director que comprara sus obras para ponerlas en escena, decidió publicarlas; por lo que posiblemente sea el primer escritor de teatro —escribe ocho comedias y ocho entremeses— que publica teatro para leer”.
A continuación la visita puso escala en la calle Alcalá Yáñez, junto a la Plaza de la Reina Doña Juana, donde Pastor volvió a hablar del autor segoviano, cuya casa está señalada con unos azulejos en una esquina de la Plaza de Medina del Campo. Curiosamente, la visita sirvió para comprobar cómo la placa de la calle contiene un error, al señalar que vivió en el siglo XII en lugar de en el siglo XVII.
En el “Donado Hablador”, Yáñez, que habla de Segovia como una ciudad esplendorosa y rica, hace referencia a la Catedral, en una época donde las obras de la seo eran el mayor acontecimiento.
En lo que fue la antigua cárcel, en la Calle Real, Pastor habló del encarcelamiento de Lope de Vega (1562-1635) y de cómo éste dedicó unos versos a la ciudad en los que aprovechó para nombrar a un poeta segoviano, sin duda, amigo suyo, Alonso de Ledesma (1562-1623), al que apodaban “el divino”. Pastor indicó que llegó a atribuirse al poeta segoviano la autoría del “Quijote de Avellaneda”, la obra que apareció cuando Cervantes escribía la segunda parte del Quijote y donde se ridiculizaba al personaje y se llegaba a insultar al escritor universal, llamándole “viejo y manco”. Cervantes pudo tener algún desencuentro con Ledesma, como así lo insinuó en unos versos de “Viaje al Parnaso”(1614). Pastor también recordó a Quevedo y a su única novela, El Buscón, que se inicia en Segovia. Con seguridad, indicó el profesor, el protagonista vivió en la judería, al aludir a su origen converso. Quevedo insinúa también la mala fama de la ciudad ante esa abundancia de ‘nuevos cristianos’.
Tras repasar la biografía de Cervantes, en la casa de Abraham Senneor y recordar la figura de escritores ‘modernos’ vinculados a Segovia, como Antonio Machado y Maria Zambrano, la visita concluyó junto a la estatua de San Juan de la Cruz. Allí Pastor recordó el famoso pasaje del Quijote que alude al rocambolesco robo del cadáver del santo por parte de los sacerdotes con los que se topa el caballero en su traslado a Segovia.