El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Antonio Silván, presentó en León el operativo autonómico contra los incendios forestales de una campaña que será «complicada» y «peligrosa», debido a la sequía.
Silván apuntó que se trata de un operativo «integral, suficiente, eficaz y perfectamente diseñado» para sofocar las llamas «allí donde se produzcan». En total, el operativo estará compuesto por 4.230 profesionales «preparados, formados y conocedores del medio forestal» y contará también con 20 helicópteros de la Junta, a los que se sumarán cuatro aviones y otros cinco helicópteros del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El consejero explicó que el operativo dispone de 177 cuadrillas, de las que 117 pertenecen a tratamientos selvícolas y 60 helitransportadas. Del mismo modo, contará con 199 autobombas, 22 retenes de maquinaria, 182 puestos de vigilancia, más de 19.000 kilómetros de redes de cortafuegos y más de 2.000 puntos de agua para abastecer los equipos en las operaciones de extinción.
Sin querer entrar en comparaciones respecto a años anteriores, Antonio Silván garantizó en todo momento que los efectivos se han dimensionado «en función del riesgo de incendios» y serán capaces de «atender a todo el territorio». Del mismo modo, destacó que la Comunidad contará con la colaboración para la lucha contra los incendios forestales de otras regiones, así como de Portugal, que reforzará a los medios autonómicos en las zonas «limítrofes» si es necesario.
El responsable autonómico apuntó el «riesgo» para la Comunidad durante los últimos meses, en los que se han producido «un 90 por ciento de incendios más que la media de los últimos diez años». De ellos, indicó que el origen de «mas de un 70 por ciento» ha sido «intencionado» y que, de nuevo, León y Zamora, son las provincias de Castilla y León más castigadas por las llamas.
Tampoco olvidó lanzar sus críticas hacia el hecho de que «la mayoría de los incendios forestales son evitables», en concreto «el 93 por ciento de ellos», mientras que «sólo el siete por ciento se deben a causas naturales que escapan a nuestro control», destacó. De ese 93 por ciento de siniestros, «el 50 por ciento son provocados».
Asimismo, Silván subrayó la importancia de la «prevención, la investigación y la sensibilización ciudadana» en la lucha contra los incendios forestales. También consideró que las tareas de prevención resultan «fundamentales» e indicó que la Junta investiga el «cien por cien de los incendios forestales». Una labor que realiza «en colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado» y con el objetivo de «identificar, sancionar y detener a los autores» de los fuegos.
Apuesta tecnológica
Desde la Junta de Castilla y León se está realizando un «importante esfuerzo» en la mejora de los medios tecnológicos del operativo de incendios, según indicó Silván. En este sentido, la Administración autonómica destaca el programa de simulación meteorológica que «permite realizar previsiones sobre el tiempo y simulaciones del comportamiento de los incendios»; así como el programa de seguimiento de incendios forestales (Sinfo), que «facilita la gestión y conocimiento en tiempo real de la situación de los incendios y los medios» o los sistemas de localización geográfica (GPS) de todos los medios de extinción.
Gracias a todos estos mecanismos, la Junta garantiza una mejora de «la perimetración de los incendios y la conexión en tiempo real con el Servicio de Emergencias del 112».
Balance de cinco meses
El consejero de Fomento y Medio Ambiente aprovechó para hacer un balance de los cinco primeros meses, en los que se han producido 1.454 incendios que han quemado 895 hectáreas de superficie arbolada, una cifra «similar» a la media de los últimos diez años. Más del 70 por ciento de estos siniestos se originaron de forma intencionada. En cuanto a las principales causas del «elevado riesgo» de fuegos forestales, la Junta apunta que son «la sequía acumulada en invierno, las escasas precipitaciones de la primavera y las altas temperaturas».
