El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el envío al Congreso del plan del Pentágono para proceder al cierre “de una vez por todas” del centro de detención de Guantánamo, en la isla de Cuba, argumentando que su existencia perjudica a la seguridad de Estados Unidos.
En una comparecencia en la Casa Blanca, Obama defendió el trabajo del Pentágono en la elaboración del plan para proceder al cierre “de una vez por todas” del centro de detención y subrayó que está claro que esta instalación “no mejora nuestra seguridad nacional, al contrario, la perjudica”.
De este modo, argumentó que tanto él como sus asesores militares consideran que Guantánamo sirve como herramienta de reclutamiento y propaganda para organizaciones terroristas como Estado Islámico, además de afectar la relación de Estados Unidos con sus aliados.
“No quiero pasar este problema al siguiente presidente, quien quiera que sea y si, como nación, no abordamos esto ahora, ¿cuándo lo haremos”, preguntó.
El presidente demócrata lamentó que la postura de los republicanos en el Congreso haya impedido hasta ahora cerrar el centro de detención como él prometió antes de llegar a la Casa Blanca y apeló a “cerrar un capítulo en la historia” norteamericana y “hacer lo correcto”.
El Congreso había dado de plazo hasta el día de ayer a la Casa Blanca para que presentara un plan para el cierre del centro de detención. Obama aseguró que el Gobierno está comprometido con proceder a su cierre “de una manera responsable y segura” y para ello se han identificado posibles lugares a los que trasladar dentro de Estados Unidos a los prisioneros a los que aún no se ha aprobado trasladar a otros países.
Según explicó, de los 91 reclusos que permanecen en Guantánamo, ya está aprobado el traslado de 35 de ellos a sus países de origen o a terceros países, por lo que los restantes serían trasladados a algún centro de detención dentro del territorio estadounidense.
Entre los detenidos restantes, según los medios, figuran 46 a los que las autoridades estadounidenses consideran demasiado peligrosos como para ponerlos en libertad debido a que podrían suponer una potencial amenaza, así como otros diez que ya han sido imputados o condenados por las comisiones militares encargadas de procesarlos.
La Administración contempla para el plan trece lugares distintos, incluidas siete prisiones ya existentes en los estados de Colorado, Carolina del Sur y Kansas, así como otros seis emplazamientos en bases militares.
Por último, arropado por el vicepresidente, Joe Biden, y el secretario de Defensa, Ashton Carter, Obama resaltó que el cierre de Guantánamo “ahorrará dinero” a las arcas públicas. Se estima que el cierre de Guantánamo ahorraría entre 65 y 85 millones de dólares al año.
