El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Defensa en funciones, Carme Chacón, se vigilan de cerca, pero ninguno quiso confirmar ayer en el Comité Federal, que se prolongó durante más de seis horas, si optarán a la Secretaría General del partido. Chacón se limitó a decir antes de entrar en el cónclave que los socialistas van a demostrar que son «un grupo responsable y que saldrá adelante haciendo un ejemplar ejercicio democrático del que resultará más unido». Sin embargo, la política catalana ya ha comunicado a varios dirigentes de la organización su deseo de aspirar a liderar el partido.
Rubalcaba, aunque prudente, sí dio algunas pistas de que su intención es optar a suceder a Zapatero, al defender que el programa con el que concurrió a las elecciones generales del 20-N debe ser el referente de la política de oposición. Una idea que también recalcó el propio presidente, que considera que lo primero que hay que hacer es «honrar la confianza de los que nos la han dado» cumpliendo con el programa electoral que «debe guiar la labor de oposición».
El perdedor de los comicios quiso levantar el ánimo de sus compañeros al recordarles que los resultados electorales certifican que no se ha producido «una derechización de la sociedad española».«El Partido Popular no ha conseguido levantar el techo electoral en lo que creo que han sido unas condiciones óptimas para haberlo hecho. Si no ha superado los 11 millones de votos no lo hará nunca», recalcó el político, que insistió en que si el PSOE vuelve a ser capaz de movilizar al electorado progresista puede volver a ganar las elecciones.
Rubalcaba, que «asumió en primera persona» ante el Comité Federal un resultado electoral que calificó como «malo» y que atribuyó, al igual que Zapatero, a la virulencia de la crisis, aprovechó también su intervención para recalcar que el 38 congreso que se celebrará en Sevilla del 3 al 5 de febrero debe tener un carácter «abierto, participativo y democrático». «Si de lo que se trata es de fortalecer el partido ya sabemos lo que tenemos que hacer: debate, participación y democracia. Y después unidad e integración como Zapatero lo supo hacer», enfatizó el candidato.
La capacidad de integración demostrada por el todavía presidente no fue el único halago que Rubalcaba le dirigió, ya que también destacó su capacidad de anteponer los intereses generales de España a los del partido y su compromiso por extender los derechos sociales de los españoles.
«Ha habido errores»
Zapatero coincidió con Rubalcaba en el análisis del porqué los socialistas han perdido las elecciones. Para ambos la crisis económica está detrás de unos «resultados singularmente adversos» que ha llevado al partido a perder 59 escaños, aunque ambos también reconocieron que se han podido cometer errores tanto de gestión como de comunicación.
El todavía secretario general de los socialistas cree que la nueva dirección que salga del congreso deberá llevar al partido a que vuelva a ser percibido como alternativa de Gobierno, porque «nadie ha dejado tanta huella de modernización y de progreso como nosotros».
