La iglesia de Santa Isabel del Convento de las Clarisas se llenó ayer de decenas de hermanos y devotos de la Virgen del Rocío que quisieron acompañar a su patrona en la bendición del nuevo busto que lucirá a partir de este año en los desfiles procesionales en los que participará a lo largo de la Semana Santa. La bendición tuvo lugar en el marco de la «sabatina» convocada por la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, en el transcurso de la misa solemne oficiada por el sacerdote Adolfo Sendón.
El coro de la Hermandad fue el encargado de poner música a la celebración, en medio de un emotivo ambiente donde los integrantes de la hermandad comenzaron ya a experimentar la emoción de llevar a la «Blanca Paloma» por las calles de Segovia en la «Procesión del Encuentro» que pone el colofón a la Semana Santa el Domingo de Resurrección.
La imagen de la virgen cuenta este año con una importante novedad, que radica nada más y nada menos que en su propia fisonomía. La Hermandad decidió el pasado año emprender una sensible mejora en el busto de la imagen para dotar al rostro de la virgen de una mayor expresividad, tratando de acercarse a la que se venera en la ermita del Rocío en Almonte (Huelva) y que año tras año congrega a miles de peregrinos de todo el mundo. Para ello, encargaron esta labor al imaginero sevillano Juan Manuel Montaño, que ha realizado el trabajo de dotar al busto de la virgen de la emotiva expresividad que ahora luce.
La labor de Montaño fue recompensada haciendo entrega al imaginero al finalizar la misa de la medalla de la Hermandad, en reconocimiento al esfuerzo realizado que los segovianos podrán ver próximamente en la Semana Santa.
