La parroquia de Santa Teresa ha organizado un año más su Rastrillo Misionero para apoyar tres proyectos solidarios que grupos de religiosas y voluntarios seglares realizan en Rumanía, Guinea Ecuatorial y Perú con niños y mujeres en situación desfavorecida. El mercado benéfico, formado con objetos donados o creados para la ocasión, se encuentra instalado desde la tarde del viernes y hasta pasado el mediodía de hoy en las instalaciones parroquiales.
Los vecinos de Santa Teresa mantienen así su fidelidad con programas de desarrollo con los que se sienten implicados desde hace años y apelan a los segovianos a que se dejen llevar por el espíritu navideño y se unan a esta iniciativa, sabiendo que quien compre aquí un regalo, hará dos.
La recaudación del citado rastrillo se destinará al centro de educación ocupacional que la asociación Tarpurisun Sembremos Amigos de Arequipa tiene en Perú; a las casas de acogida que tienen en Rumanía las Carmelitas Misioneras, religiosas que hacen frente a la trata de blancas y trabajan para ayudar a las mujeres a salir de la prostitución; y a los hogares y colegios para niños y jóvenes que las Madres Concepcionistas tienen en Bata (Guinea Ecuatorial). Así la colaboración de los segovianos sirve para dar una oportunidad a niños y mujeres de tres países que sufren situaciones desfavorecidas y ayudarles a valerse por sí mismo, sacándoles de la calle y proporcionándoles asistencia y formación, según las explicaciones que han ofrecido Pilar Rivas y Natividad Santiago, como portavoces de la organización del rastrillo.
El mercado solidario ha estado abierto las tardes del viernes y del sábado y hoy recibirá a los visitantes en horario de mañana, desde las 10.30 horas hasta primeras horas de la tarde. Por la experiencia de años anteriores, el mayor movimiento de público se concentrará en las salidas de las misas de 10.30 y 12.30 horas, cuando muchos feligreses aprovechan para dar su donativo, degustar un aperitivo y comprar regalos.
Los visitantes encontrarán regalos a precios muy tentadores, ya que por menos de un euro podrán colaborar con los fines solidarios del rastrillo y llevarse un objeto. Pero el que así lo desee podrá hacer adquisiciones de más valor, como comprar un mantón de Manila o una mantelería para ocho cubiertos, que valen 40 euros cada una, y son los regalos más caros.
En este bazar hay un amplio surtido de ropa del hogar, como colchas, mantelerías, tapetes, cubre bandejas, mandiles o bolsas de tela para la compra con originales diseños. También hay ropa para niños y complementos para mujeres, objetos de decoración, lámparas, libros y juguetes. Además hay un espacio dedicado a probar raciones de repostería y otros alimentos. Y todo el que llegue a la parroquia de Santa Teresa puede jugar en una tómbola donde hay premios de consuelo para el que no tenga más suerte.
