Sergio Morate, buscado como sospechoso del doble crimen de las jóvenes Laura del Hoyo y Marina Okarynska, fue detenido en la localidad rumana de Lugos, en la provincia de Timisoara, cumpliendo así la orden internacional de búsqueda decretada por el titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 2 de Cuenca. Fuentes de la investigación sospecharon que Morate podría haber elegido Rumanía asesorado por un excompañero de prisión que le habría facilitado datos de un posible escondidte.
Los cuerpos de Laura del Hoyo, de 26 años, y de Marina Okarynska, de 24 años y exnovia de Morate, fueron hallados el pasado miércoles en unas pozas a dos kilómetros de una finca de la familia en Palomera, en Cuenca. Los cadáveres estaban quemados y enterradas en cal viva.
El titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 2 de Cuenca dictó anteriormente una orden internacional de búsqueda para localizar al presunto autor de la muerte de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, de 26 y 24 años. Así lo indicó el delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, en declaraciones a los medios con motivo de la concentración que se celebró ayer a las 12.00 horas en la Diputación de Cuenca para condenar los hechos acaecidos.
Gregorio, que esperará que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado esclarecieran “cada uno de los términos” de lo que ha ocurrido estos días en Cuenca, señaló que la orden exterior de búsqueda se cursó a la Europol y a la Interpol. “Sé que lo van a conseguir y todos vamos a trabajar para que este crimen se esclarezca lo antes posible”, indicó el delegado del Gobierno, quien esperó igualmente que con la reforma del Código Penal “la justicia recaiga en el presunto autor como se merece”.
Del mismo modo, quiso trasladar desde el Gobierno de España su solidaridad con las familias de las fallecidas. “Queremos condenar firmemente y sin paliativos lo que ha sucedido aquí en Cuenca. Estamos al lado de esas dos familias destrozadas”, señaló. Poco antes, a las 11.00 horas, tuvo lugar también una concentración en el Ayuntamiento conquense.
Así, tras pedir respeto a la intimidad de “todas” las familias, se guardó un minuto de silencio que se rompió con aplausos y con gritos de los allí presentes.
