Qué alegría sentí al ocupar un espacio en el palco presidencial invitado por la gentil alcaldesa de esta sin par villa segoviana, famosa por sus embutidos y jamones y por la afabilidad de sus gentes. Hacía años que no presenciaba un festejo taurino en esta población debido al compromiso ineludble de tener que atender profesionalmente la feria de Cuéllar. No hay mal que por bien no venga al suspenderse la corrida de toros del domingo en la villa cuellarana y poder asistir al espectáculo cantimpalense. Dicho lo cual, paso a contarles.
Está en sazón este torero todo entrega, pundonor y… torería. No se le puede discutir ese vibrante concepto del toreo que mantiene y muestra el manchego y que tanto transmite a muchas aficiones. Cuatro verónicas y media revolera como saludo preliminar al que abría plaza. Quitó por chicuelinas. Cuatro pares de rehilestes con desigual fortuna, mejor el segundo de poder a poder.
Por alto y a media altura trasteo para pasar a muletazos por el pitón derecho ligando tres consecutivas series entre los olés del respetable. En la justa distancia, midiendo el tiempo y el viaje del astado, fue desgranando faena de finos conceptos con especial énfasis para el toreo al natural Todo lo hizo con gusto exquisito y poniendo sentimiento en las acciones. Dos tandas soberbias por hondura, ritmo y cadencia alternando por ambos pitones. Estocada caída y dos orejas.
No pudo completar el éxito con su segundo toro por causas de variados aspectos. Breve capoteo, aceptable segundo tercio y con la flámula en tablas sentado en el estribo tres pases por alto y luego tres más de hinojos. El torero con técnica somete a su antagonista que de principio echaba la cara arriba. Le domina y le toreo con buenos muletazos que se jalean. Valiente, vibrante, gustándose y capacitado para cuajar labor torera de la buena. Naturales de buen trazo y dos remates primorosos. Mató feamente escuchando un aviso y dando una vuelta al ruedo por su cuenta.
En su faceta torera, ya que es también el empresario taurino de la feria cantimpalense, mostró unos deseos realmente loables por complacer a la parroquia. Larga cambiada de hinojos y largos lances que se jalean. Trasteo eficaz para torear después en redondo dando sitio y lugar al astado que tomaba el engaño con total reticencia. Apagado, manso y descastado, el ejemplar de La Martelilla fue un toro difícil y complicado, estando el torero muy por encima de la condición del toro. Valiente y aportando ejemplar compostura, sacó algunos valiosos pases por el pitón derecho. Cortó una oreja.
Y el quinto de la tarde, segundo del lote de Saavedra, aún peor. Larga de rodillas y cuatro lances abierto el compás. Brindó a su mujer e hija. Trasteo previo, desencanto al comprobar la nula embestida del morlaco. Por el pitón izquierdo no pasaba y se quedaba en la suerte. Por el derecho logró faena de porfía, tirando una y otra vez del mal colaborador hasta ligar algunos muletazos de vistosa componenda. Valor y técnica, que para eso es experto en estas lides. Cortó otra oreja.
Es nuevo matador de toros este año y muestras unas condiciones extraordinarias para el toreo. Poca cosa con el capote ante su primero. Cinco muletazos por alto a pies juntos para iniciar una faena de altos valores estéticos, de compostura y sobre todo enorme torería. Tiene un corte torero muy purista e imprime un ritmo lento, pausado, medido y armonioso que suzyuga, convence y emociona. Excelentes muletazos ligados en redondo entre fuertes olés. Naturales de sensible ejecución también ligados en dos grandes series. Más en redondo, tres naturales de exhibición y de pronto el toro dijo basta y la faena también. Cortó dos orejas.
Con el toro que cerraba festejo, de regular juego, capoteo sin más. Probaturas por ambos lados y por el pitón derecho muletazos que transmiten sensibilidad torera. Medida, precisión y gusto. A media altura lleva toreado a su antagonista, le consiente, le cuida y logra sacar partido de su condicionada casta que fue a la baja. Cortó otra oreja.