El robo tuvo lugar a primera hora de la mañana de hoy, presuntamente minutos después de la apertura de las puertas del templo, que se abren automáticamente a las ocho de la mañana, circunstancia que aprovechó el presunto delincuente para acceder a la imagen a través de un audaz y arriesgado sistema, saltando la reja del presbiterio y llegando hasta la imagen escalando a través del retablo.
Minutos después, algunas personas que visitaban el templo advirtieron que la imagen estaba desposeída de su corona y dieron aviso a los responsables del templo, que sólamente pudieron dar fe del robo y avisar a la Policía.
Integrantes de la unidad científica del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta el santuario para recabar pistas e indicios sobre el autor del robo y las piezas robadas.
Las pesquisas consiguieron localizar en las inmediaciones del templo la aureola de plata que rodeaba a la corona, que fue abandonada por los ladrones junto al quiosco de bebidas próximo al santuario, y que ha sufrido algunos leves desperfectos.
El robo ha provocado también daños en la imagen, ya que una de las manos del niño que sostiene en sus brazos la virgen ha sido arrancada para llevarse la bola dorada, lo que obligará a restaurar la imagen.