La investigación es el motor principal de la Medicina, y los resultados lo demuestran. La última innovación protagonizada por un equipo de doctores españoles se basa en el diseño de un sistema mecánico que permite que los pulmones extraídos para un trasplante continúen respirando durante el tiempo que transcurre desde su extracción hasta su implantación en el cuerpo del receptor.
El proyecto, que fue presentado ayer en el hospital Puerta de Hierro de Madrid, logra minimizar el deterioro que sufren estos órganos durante su transporte.
La novedad se fundamenta en un sistema llamado PEPP (Perfusión Exvivo Pulmonar Portátil), que consiste en una máquina en la que se introducen los miembros nada más ser extraídos.
En ese aparato, los pulmones funcionan a la temperatura corporal mediante un respirador y una bomba que impulsa un compuesto de preservación mezclado con sangre. El mecanismo permite que los órganos sigan desarrollando su labor natural, en una coyuntura prácticamente idéntica a la que experimentarían si estuvieran ya implantados.
Para que nadie se quedara con dudas sobre el asunto, en el hospital citado los médicos Andrés Varela y Javier Moradiellos, directores del proyecto, realizaron una demostración de la elevada eficacia del sistema.
Así, utilizaron unos pulmones de cerdo que colocaron en la máquina, y los asistentes comprobaron cómo se iban expandiendo y contrayendo.
Con respecto a las ventajas de la innovación, los responsables se decantaron por una en especial, la de aprovechar mejor los donantes, puesto que con una máquina de estas características se pueden cubrir sin problemas larguísimas distancias entre la recepción y la implantación.
La enriquecedora experiencia del hospital Puerta de Hierro, que ya ha efectuado dos trasplantes con esta técnica de transporte, va a ser compartida con centros médicos de Estados Unidos y Europa, con el fin de tratar de captar al menos un centenar de pacientes, para terminar de verificar el positivo funcionamiento del proceso.
Los galenos recordaron que el año pasado se efectuaron un total de 2.708 implantaciones de pulmón en el mundo, de las que 235 correspondieron al territorio nacional; subrayaron que, aunque este número es alto y ha aumentado en los tiempos recientes, la cifra aún no satisface la demanda.
Por ello, Varela y Moradiellos recalcaron la relevancia de fomentar las donaciones, y apuntaron que su pionera técnica prolonga hasta las 24 horas el período en el que se puede ejecutar un trasplante desde la extracción. Este factor implica disponer de más pulmones y de mejor calidad.
Gracias al revolucionario sistema, el tiempo de isquemia (conservación artificial del órgano en frío) desaparece, y, consecuentemente, también bajan bastante los riesgos de deterioro.
