Los hospitales españoles concentran el 35 por ciento del gasto en medicamentos que tiene el conjunto de los servicios sanitarios del país. De este porcentaje, el 15por ciento está destinado a los pacientes ingresados, un 20 por ciento a ambulantes y más de un 50 por ciento a la dispensación de medicamentos para pacientes que no están ingresados pero que requieren medicación para patologías tales como hepatitis, VIH, etc. Además, las farmacias hospitalarias gestionan entre el 25 y el 30 por ciento del presupuesto que maneja un hospital.
Estos datos fueron ayer expuestos en la presentación de las Jornadas de Gestión aplicada a la Farmacia Hospitalaria para destacar la importancia que tiene aplicar métodos eficaces de control y rentabilización de los presupuestos de estos servicios, que a la vez procuren optimizar sus recursos humanos y lleven a un margen de “error cero” en la administración de los fármacos a los pacientes.
La cuarta edición de estas jornadas, en la que participan un centenar de profesionales del ámbito, tiene como objetivo analizar la adaptación de los Servicios de Farmacia de los hospitales españoles a los tiempos de cambio e innovación que ha traído consigo la crisis económica que vive el país. Los recortes presupuestarios están obligando a reasignar funciones dentro del equipo e intensificar el esfuerzo para conseguir los objetivos planteados. Algunos centros han puesto en práctica estratégias que han surgido de estas jornadas en ediciones anteriores y empiezan a dar frutos.
Así, la doctora María Sanjurjo, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Gregorio Marañón de Madrid explicó que en este centro “por cada euro invertido en Farmacia Hospitalaria hemos ahorrado cinco euros en gasto farmacéutico”. Este importante ahorro ha sido posible entre otras cosas gracias a la implantación “del proyecto Ipharma que supone innovar a través de la aplicación de nuevas tecnologías para mejorar la rentabilidad. Estas herramientas están relacionadas con la calidad y la seguridad a la hora de dispensar los medicamentos”, matizó Sanjurjo.
Para optimizar los recursos en esta materia, algunos hospitales españoles han puesto en marcha proyectos basados en la centralización o externalización de estos servicios.
¿Hasta dónde estamos dispuestos a pagar?
El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Jose Luis Poveda Andrés, cree que ha llegado el momentos de que la sociedad española y sus administraciones aborden un debate sobre si hay que poner un tope a la financiación de los tratamientos médicos realizados a través del sistema sanitario del país y cuál debería ser ese umbral.
Poveda aseguró ayer que el gasto farmacéutico va a seguir aumentando porque cada vez se cubren más patologías y hay más enfermos crónicos, con dolencias que antes no se curaban y ahora al menos se han logrado cronificar, y entiende que por más medidas de gestión que se adopten en los hospitales la tendencia es imparable. Remarcó también que ha habido una importante derivación de pacientes de Atención Primaria que recibían sus medicinas en los centros de salud o en las oficinas de farmacia y han sido enviados a los hospitales. “Esto supone cargas de entre un 30 y un 40 por ciento en términos de pacientes y costes para los hospitales”, indicó ayer el presidente de la SEFH.
Ante esta situación Jose Luis Poveda insiste en que el “ministerio y las comunidades autónomas deben definir parámetros, que en otros países ya existen, sobre hasta dónde estamos dispuestos a financiar, si podemos afrontar costes de gran embergadura para pequeñas supervivencias de un mes o quince días”. El doctor en Farmacia remarca que la decisión que en este sentido se adopte debe aplicarse por igual en todas las comunidades en cumplimiento del principio de equidad.