La operación para eliminar nombres vinculados a personajes del Régimen Franquista o al bando nacionalista de la Guerra Civil no conoce indultos. La Avenida de Fernández Ladreda, arteria peatonal donde se ubican decenas de negocios, también cambiará de nombre para borrar la referencia a quien fuera general franquista y ministro del Régimen. Y lo hará antes de que acabe el actual mandato municipal, al igual, por ejemplo, que otras 16 calles del barrio de San José que conservan la nomenclatura de la dictadura, de acuerdo con el compromiso adquirido por el Gobierno municipal socialista el pasado mes de noviembre, tras aprobar una moción del concejal de IU, Luis Peñalosa.
El Ayuntamiento guía su iniciativa para sustituir la nomenclatura teniendo en cuenta la participación y opinión de los vecinos; como así ya lo está haciendo en el barrio San José, minado de calles con nombres franquistas, y lo hará en el caso de la Avenida de Fernández Ladreda, según explicó ayer la concejala de Gobierno Interior y Personal, Marisa Delgado, quien, junto con la responsable de Participación Ciudadana, Blanca Valverde, han asumido la tarea de dar cumplimiento a la Ley 57/2007 de la Memoria Histórica.
El Ayuntamiento remitirá en los próximos días una carta a todos los vecinos, negocios y establecimientos de la Avenida de Fernández Ladreda para informarles del cambio de denominación y sondear su opinión sobre dos alternativas concretas para rebautizarla. En primer lugar, según explica Delgado, el Consistorio argumentará que el cambio de nombre “no supone ningún coste” para los vecinos o comerciantes de la Avenida y un gasto ‘mínimo’ para las arcas municipales, asociado a la incorporación de las nuevas placas. De acuerdo con las explicaciones de la concejala, Correos mantendrá durante “mucho tiempo” la doble nomenclatura para facilitar las comunicaciones, de manera que hasta en un plazo de dos años seguirán llegando cartas con la antigua dirección. El comercio, añade, podrá gastar en ese tiempo el material impreso y poner la nueva dirección cuando tenga que reponerlo.
Además de esta explicación, el Ayuntamiento planteará en la carta a los vecinos que elijan entre dos nombres para rebautizar la Avenida. La primera alternativa es que pase a denominarse como “Avenida de San Clemente”, en alusión a la antigua nomenclatura de la calle y a la iglesia románica que se sitúa junto al Convento de las Madres Reparadoras. La segunda opción es rebautizarla como “Avenida del Acueducto”, al entroncar con el monumento romano, un nombre que, según sus defensores, supondrá una buena referencia para los visitantes a la capital. Además de sondear la opinión de residentes y propietarios de negocios, el Gobierno municipal tomará también en cuenta la opinión de la asociación de vecinos de San Millán.
Delgado explicó que el Ayuntamiento tiene la obligación de cumplir la Ley de Memoria Histórica y, para ello, quiere que el movimiento vecinal y los residentes de las calles afectadas opinen sobre las nuevas denominaciones de las calles. Ya en el último pleno, se acordó que la Plaza Alto de los Leones de Castilla pasase a denominarse Plaza de la Universidad, tras la correspondiente consulta al movimiento vecinal de la zona. La nueva nomenclatura para calles como Alférez Provisional, Sargento Provisional o General Varela están en estudio, con diferentes propuestas remitidas por los vecinos.
Como ya apuntara la alcaldesa, Clara Luquero, la concejala explicó que el proceso de sustitución se encuentra más avanzado en el barrio de San José, donde existen 16 de las 21 calles franquistas.
Fruto de la investigación realizada por la Concejalía, ha quedado demostrado que estas calles se bautizaron coincidiendo con la construcción del barrio de San José, en la década de los 50. Así, el 29 de abril de 1955 el pleno del Ayuntamiento aprobó la nomenclatura de una docena de calles: Manuel García Gutiérrez, Hermanos Larrucea, Caidos de la División Azul, Hermanos Martínez Aguilar, Rebollo Dicenta, Vázquez Goldaraz, Regimiento de Transmisiones, Francisco Atorrasagasti, Doroteo Pato, General serrador, Hermanos Castro Bocos y la plaza de Ramiro Ledesma. El acuerdo de pleno refleja que se eligieron nombres de “caídos segovianos, figuras de relieve nacional y de unidades heroicas, en mérito a su relevante actuación en los momentos álgidos de la cruzada de liberación nacional”.
Con este mismo argumento, el 24 de mayo de 1961, conforme avanzaba la construcción del barrio de San José, se bautizaron otras cinco calles: Capitán Perteguer, Comandante González, Alférez Manzanares, Álvaro Bogaert y Plaza de San José.
Delgado explicó que, a través de la Concejalía de Participación Ciudadana, los vecinos y el movimiento vecinal de San José han hecho llegar al Ayuntamiento hasta media docena de nuevos nombres para otras tantas calles.
Así, por ejemplo, la asociación quiere que la Plaza de Ramiro Ledesma pase a denominarse como Plaza de San José, de manera que se tendría que buscar otro nombre a este último espacio. La actual Calle Capitán Perteguer pasará a denominarse como Virgen de la Piedad (en referencia a la Cofradía de la Piedad); mientras que la asociación ha propuesto que la Calle General Serrador lleve el nombre del antiguo sacerdote del barrio, Ignacio García de Santos, fallecido en accidente de tráfico. También han propuesto que el nombre de la Calle Tomasa de la Iglesia se amplíe para denominar el siguiente tramo, que hoy se denomina calle Martínez Aguilar. Los vecinos quieren también que la Calle Comandante González pase a llamarse Calle de Los Costaleros y que la Calle Francisco Atorrasagasti se bautice como Calle Giner de Los Ríos. Otra propuesta planteada por la asociación vecinal es que la Calle Vázquez Goldaraz pase a denominarse Calle Asunción Lázaro Vázquez, en recuerdo a la mujer que regentaba un kiosco en el barrio y que suscitó el cariño y afecto unánime de los vecinos de San José.
