El 25 de noviembre de 1999 la Consejería de Presidencia y Administración Territorial de la Junta de Castilla y León dictaba un decreto por el que se aprobaba “la segregación del núcleo de población de San Cristóbal de Segovia, perteneciente al municipio de Palazuelos de Eresma, y su constitución como nuevo municipio con la denominación de San Cristóbal”. Ahí empezó el camino, después de un largo proceso burocrático tras la aprobación por parte de las Cortes de Castilla y León de la nueva Ley de Régimen Local. San Cristóbal cumplía el requisito principal de esta normativa, 1.000 habitantes de población, y consiguió hacer realidad una reivindicación que venía de muchos años atrás.
Han pasado diez años, y San Cristóbal se ha convertido en el municipio más joven de Castilla y León, con un elevado número de niños (más de 500 ocupan diariamente las aulas del colegio preparándose para el futuro), y en el que el 31 por ciento de la población es menor de 18 años.
Tras la aprobación del decreto de segregación, ya en el año 2000, el 12 de febrero quedaba constituido el nuevo municipio segoviano, gobernado hasta las elecciones municipales de 2003 por una comisión gestora, cuyo presidente fue Gabino Herranz, del grupo Independiente. El PP, encabezado por el alcalde, Elías Sacristán, pasó a ocupar la Alcaldía a partir de 2003, y desde el año 2007 es el PSOE, con la alcaldesa Belén Salamanca el que gobierna en San Cristóbal de Segovia, con cuatro concejales. También integran el equipo de Gobierno, un concejal del Grupo Independiente, y otro del PCAS, mientras que en la oposición se encuentra el PP, con cinco concejales.
Dificultades
Después de diez años como municipio, el balance es positivo para todos los grupos políticos, aunque reconocen que las dificultades han sido grandes. El centro de usos múltiples ha sido la infraestructura “estrella” de San Cristóbal, un lugar donde las numerosas asociaciones que registra la localidad pueden desarrollar sus actividades, y donde los vecinos se congregan para ver el amplio programa cultural y social del pueblo. La ampliación del colegio, que se está acometiendo en la actualidad, es una necesidad urgente, ante el crecimiento imparable de población infantil, aunque lo ideal sería contar con un nuevo centro educativo, y más a medio plazo con un instituto que albergue a todos esos niños que en unos años ya serán adolescentes.
La “cruz” de San Cristóbal son las infraestructuras relacionadas con el ciclo del agua. La instalación de una depuradora que trate las aguas residuales del municipio es un objetivo prioritario desde hace mucho tiempo, pero la falta de ayuda de las administraciones exteriores impide que el municipio avance en este proyecto. Y otra de las infraestructuras que se echa en falta es una Casa Consistorial. Desde que se constituyó el municipio, las dependencias municipales se ubican en el antiguo colegio, y por el momento no hay perspectivas de cambio.
A pesar de las dificultades, San Cristóbal sigue avanzando y en estos diez años ha conseguido llegar a ser, según afirma la alcaldesa, Belén Salamanca, “un municipio con vitalidad, con futuro y con proyectos”.
La alcaldesa destaca que San Cristóbal es una localidad comprometida con el medio ambiente, en la que se potencia la participación y la concienciación ciudadana a través de proyectos como el “Voluntariado de Ríos”, gestionando el punto de almacenamiento temporal de residuos y logrando diseñar técnica y políticamente un proyecto que dé soluciones al problema de las aguas residuales.
Fiesta
Para los vecinos de San Cristóbal, el próximo miércoles será un día de fiesta, y a las cinco de la tarde están todos convocados para participar en un acto institucional en la sala de conferencias del centro de usos múltiples.
El programa se completará con una mesa redonda bajo el título “Pasado, presente y futuro de San Cristóbal de Segovia”, a las 18 horas. También habrá actividades para los más pequeños, como la actuación de los payasos Eco y Rosa en el auditorio del centro de usos múltiples; y una actuación musical con la Rondalla de San Cristóbal, el grupo de dulzaineros “Pasajotas y Doblecalles”, y el grupo de danza segoviana de la localidad. Todo ello estará endulzado con un chocolate final para todos los asistentes.