A medida que pasan los días, y con los dos debates televisados en la retina, se refuerza la tesis de que la estrategia del PSOE es la de tratar a Rajoy como el presidente del Gobierno y ejercer de oposición en plena campaña, ya que así podrán movilizar de una vez al electorado que le dio la espalda el 22-M y que, según los sondeos de medios informativos y del CIS, lo volverán a hacer. Así, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, sacó otro nuevo doberman: el de la amenaza nuclear. Y es que a los temores en Educación, Sanidad, proceso de paz, e incluso pagas extras, le tocaba el turno a las centrales y la política energética: «El PP apuesta por la térmica, nosotros por las renovables; al PP le gusta más el uranio radiactivo, a nosotros el aire y el sol». Le faltó añadir el viento, elemento que empleó Zapatero en cierta ocasión ante la ONU.
El exministro del Interior defendió que «sobre el medio ambiente se puede construir un desarrollo económico» y crear puestos de trabajo y, de hecho, acusó a los conservadores de, olvidar, en su apuesta por la energía nuclear, que las renovables crean 10 veces más empleo.
«Nuestro modelo es cerrar las centrales cuando toque, investigar mucho en las fuentes limpias para a hacerlas más baratas», precisó, recalcando que «los dos modelos no caben: son alternativos».
Junto al discurso medioambiental, Rubalcaba aludió en varias ocasiones a su debate del lunes con Rajoy. «Hay dos opciones distintas, uno que habla y otro que leía», ironizó entre risas de los asistentes al mitin.
De hecho, insistió en su estrategia de entonces, recurrir a la letra del programa electoral del PP para acusar a Rajoy de mantener una «ambigüedad calculada» porque si cuenta «según qué cosas» se puede «quedar sin votos», y le emplazó a abandonar sus «silencios estruendosos» en algunos ámbitos.
Así, advirtió de que «es difícil de creer» que Génova se haya «olvidado» de hablar de la financiación de la Sanidad en su programa, sino que cree que más bien ha optado por «borrar la línea» para no hablar del copago que sí ha mencionado el murciano Ramón Luis Valcárcel o la privatización que ya practica la madrileña Esperanza Aguirre. No obstante, auguró que la próxima será «una buena legislatura» porque un Gobierno presidido por él podrá «arreglar definitivamente la deuda del Sistema de Salud.
También avisó a Rajoy de que «no se puede presentar uno a una campaña para gobernar España sin decir exactamente lo que uno tiene en la cabeza y lo que va a hacer», y le afeó que en su programa no se incluya ningún nuevo sistema de pensiones, a pesar de que se comprometió a ello durante la última reforma que hizo el Gobierno.
Y, en la misma línea, el cántabro acusó al PP de preparar una reforma de la protección por desempleo «donde los parados van a cobrar menos por menos tiempo», puesto que en su programa figura cambiar el sistema actual «de reparto» por uno de «capitalización, que significa que uno cobra solo por lo que cotiza».
Finalmente, Rubalcaba aseveró que son los valores del PSOE los que están en la base del Estado social, de la Educación y Sanidad gratuitas, del sistema de jubilaciones y también de la Ley de la Dependencia y el permiso de paternidad del Gabinete de Zapatero. Incluso aludió a las tensiones que la creación del actual sistema de pensiones generó entre el Gobierno y los sindicatos: «Pelillos a la mar».
