Nervios, alivio, agobio, fastidio, risa floja, ansiedad … Los síntomas se repetían, en mayor o menor medida, entre los 590 adolescentes que ayer realizaron las primeras pruebas de acceso a la universidad en el Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid (UVa). Se trataba de alumnos matriculados en la fase general y los ejercicios de esta primera jornada de exámenes fueron los correspondientes a las materias comunes: comentario de texto, relacionado con las capacidades y contenidos de Lengua castellana y Literatura, Historia de la Filosofía e Historia de España y Lengua extranjera (Inglés y Francés, nadie eligió Portugués, Alemán o Italiano, que completaban las opciones existentes).
Según la UVa, en este campus segoviano la matrícula de alumnos en la convocatoria de junio asciende a 711. Hay que tener en cuenta que la prueba de acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de grado se ha estructurado en dos fases, general y específica, y la última es de carácter voluntario y permite mejorar la calificación obtenida en la fase general. De ahí ese desfase entre la cifra de examinados en la primera jornada y los matriculados ya que, una vez superada la Selectividad, los alumnos pueden volver a presentarte para mejorar nota cuantas veces quieran y siempre se tendrá en cuenta la mejor.
Dos tribunales, dos sedes, en el mismo campus, para un total de 18 centros de Secundaria de la provincia, todos a excepción de los dos institutos de Cuéllar, cuyos alumnos se examinaron en Valladolid. En la Sede 1 realizaron las pruebas ayer 281 de 283 alumnos matriculados, procedentes de dos IES de la capital segoviana, el Andrés Laguna y el Francisco Giner de los Ríos, los colegios privados Claret y Madres Concepcionistas y cuatro IES de la provincia: Sierra de Ayllón (Ayllón), Hoces del Duratón (Cantalejo), Jaime Gil de Biedma (Nava de la Asunción) y Cauca Romana (Coca). En la Sede 2 la cifra se elevó a 309, de seis centros de la capital segoviana: los IES La Albuera, Ezequiel González, María Moliner y Mariano Quintanilla, el Colegio marista Nuestra Señora de la Fuencisla y la Escuela de Artes y Superior de Diseño Casa de los Picos, y cuatro IES de la provincia: Peñalara (Real Sitio de San Ildefonso), María Zambrano (El Espinar), Vegas de Pirón (Carbonero el Mayor) y Catalina de Lancaster (Santa María la Real de Nieva).
La normalidad presidió esta primera jornada, de un total de tres programadas por la UVa simultáneamente en los cuatro campus de la Comunidad Autónoma. No se registró ningún incidente destacable. Como está contemplado, y es habitual, se facilitó a algunos alumnos la realización de los ejercicios. Por ejemplo, a uno con dificultades visuales, los textos para las pruebas se le entregaron en formato A3, y a otro con una pierna escayolada, además de permitirle que la tuviese elevada, se le otorgaron entre 15 y 20 minutos más de tiempo que al resto.
Federico García Lorca y Gustavo Adolfo Bécquer, o lo que es lo mismo la Generación del 27 y la lírica romántica, fueron protagonistas del primero de los ejercicios. Entre esos dos escritores tuvieron que elegir los alumnos y, por lo visto, ganó Lorca con bastante ventaja. Más igualados quedaron entre las preferencias de los examinados los textos periodísticos sobre los que tenían que hacer un comentario de texto: un artículo de Isaías Lafuente sobre violencia de género para un medio digital y un editorial del diario El País sobre refugiados.
Dentro de lo previsible, comentaron muchos examinados, salvo quizá lo de Bécquer, según algunos alumnos del Colegio Claret que bromearon sobre lo poco “en boga” que está el poeta romántico.
Santiago Restrepo, del IES Andrés Laguna de Segovia y vecino de San Rafael, rebatía la tesis de que estudiar a última hora no sirve de mucho. Confesaba que se había levantado a las 2,30 horas de la madrugada “para el último repaso” y, “a tope de café, te concentras y, en mi caso, cuando después ha salido Lorca, me he acordado hasta de fechas”.
Restrepo se encontraba entre los aliviados porque el primer ejercicio resultó “más fácil de lo esperado”. Said, del IES Jaime Gil de Biedma, de Nava de la Asunción, también calificó de “fácil, teniendo en cuenta las expectativas” esa primera prueba que rompía el hielo y rebajaba tensiones. En su caso, al ser musulmán, se encontró una dificultad añadida, ya que se celebra el Ramadán, mes que implica para los creyentes, entre otras cuestiones, abstinencia total de comida y bebida desde el alba hasta la puesta del sol. Las autoridades educativas facilitan en estos casos la realización de los exámenes a primera hora de la mañana pero Said no había presentado ninguna solicitud al respecto y más bien pensaba en saltarse el ayuno para realizar el examen de la tarde (Lengua extranjera) sin problemas.
Este joven estudiante, junto a su compañero de instituto Javier García, se mostró crítico con las pruebas de acceso. “Deberían quitarlas, no miden aptitudes, son otra forma de recaudar dinero: 80 euros de tasas y 50 euros más por el título”.
El debate sigue abierto, nunca se ha cerrado, pero este año, al anunciarse el fin del actual sistema de Selectividad desde el próximo curso, parece estar más encendido. Son muchos los alumnos que opinan que debe mantenerse algún sistema de evaluación que permita conocer si realmente están preparados para afrontar una etapa universitaria, que realmente poseen los conocimientos suficientes para abordar los estudios de grado. Otra cosa, dicen, es la forma de evaluación y el peso que tienen las pruebas que realizan esta semana, un 40% de la nota final.
Una nota que, a tenor de las opiniones recogidas en el Campus María Zambrano ayer mismo por El Adelantado, determina tanto su futuro que una parte importante de los interrogados ni se atrevía a confesar por dónde van sus preferencias para su formación más inmediata, una vez que han concluido el Bachillerato.
