El Atlético de Madrid no pudo remontar ayer la eliminatoria ante el Rubin de Kazán en los dieciseisavos de final de la Europa League, pese a imponerse, con un gol de Falcao, en el gélido choque de vuelta, celebrado en Moscú, donde la efervescencia del cuadro ‘colchonero’ se fue apagando a medida que avanzaron los minutos.
Los del Cholo Simeone, vigentes campeones de la competición, se despidieron de esta edición del torneo continental a las primeras de cambio. Tras superar, como segundos clasificados, la fase de grupos, el Rubin puso el punto y final a la andadura rojiblanca, cuyas opciones de título en esta temporada pasan sí o sí por el Sánchez Pizjuán, donde disputarán la vuelta de la eliminatoria de Copa del Rey ante el Sevilla.
El ‘torneo del KO’ y una buena clasificación liguera serían más que suficientes para colmar las expectativas de la hinchada ‘colchonera’, después de una competición europea en la que no han estado a la altura. El cuadro madrileño, que mereció mejor suerte en la capital rusa, pagó excesivamente caro el precio del segundo gol recibido en el Calderón. La sombra de aquel córner, en el que Asenjo recibió todas las críticas, condicionó la reacción de un Atlético que jugó ante el Rubin con algunos de los jugadores menos habituales. Manquillo, Cisma, el ‘Cata’ Díaz o Saúl dieron la cara y apunto estuvieron de lograr darle la vuelta al encuentro.
La primera parte ofreció la mejor versión rojiblanca, con un Adrián renacido, regateador, que hizo mucho daño a la zaga local, que se mostró más comedida y consciente de la renta labrada en el duelo de ida. César Navas y Ansaldi sufrieron las diabluras con el balón del asturiano, que provocó las mejores ocasiones del Atlético en el Luznhiki.
Pero no hubo manera de batir la portería rusa antes del descanso y los de Simeone confiaron toda su suerte al tramo final del duelo. Adrián, nuevamente, fue quien enarboló la ofensiva visitante, y una acción en el costado izquierdo cayó en botas de Falcao, que no perdonó.
El colombiano, en su segunda aparición en la Europa League este año, llevó los nervios al banquillo del Rubin, pero el cuadro ‘colchonero’ fue incapaz de forzar la prórroga y alargar un año más su idilio con la segunda competición continental. Moscú fue el final del trayecto. Próxima estación, con permiso del Espanyol, el Sánchez Pizjuán.
