Por primera vez un campeón de Europa tumbó al de la NBA. El Barcelona ganó a Los Ángeles Lakers (92-88) y lo hizo destrozándolo desde la línea de 7,23. Sí, la distancia a la que están los triples en la liga profesional norteamericana, tan temida en la previa y que, a la postre, resultó fatal para el conjunto estadounidense, que firmó un sonrojante 0 de 14 por los 12 que metió su rival.
Fue una vitoria histórica, por cómo se produjo. Porque el Barça tuvo que sobreponerse a un arbitraje sospechosamente anticasero, de los tres colegiados, dos eran de la NBA y uno de la Euroliga, y porque los Lakers no se dejaron nada en el tintero, jugando durante muchos minutos con sus mejores hombres y aplicando una intensidad defensiva como si se tratara de un partido oficial.
Hasta ahora, ningún equipo europeo había conseguido doblegar a los angelinos. Ni el Maccabi Tel Aviv ni el Limoges ni el Joventut lo habían logrado. El conjunto azulgrana estuvo a punto de conseguirlo hace dos años en el Staples Center, pero entonces se le escapó el choque en el último minuto.
Desde el primer minuto se vio que nadie pensaba tomarse el encuentro como un amistoso. Xavi Pascual sacó a su quintento de gala y Phil Jackson hizo lo propio, incluyendo a Kobe Bryant, aún renqueante de su reciente operación de rodilla.
Comandado por un inspirado Pau Gasol (13 puntos en el primer cuarto), el bloque estadounidense tomó la iniciativa en el marcador en el arranque, con exiguas ventajas, eso sí, que no superaban los seis puntos (10-16, min. 7).
Un triple de Lorbek y un tiro libre de Mickael dieron la primera ventaja a los catalanes (21-20, min. 10) y, a partir de ahí, se sucedieron las alternativas en el marcador.
Liderados por Navarro y Mickael, el Barcelona pasó a dominar el partido ante la segunda unidad angelina, en la que ya no estaban ni Gasol ni Bryant ni Artest.
El 30-26 del minuto 16 fue la máxima brecha que el conjunto ‘culé’ logró abrir en el marcador durante la primera mitad, que gracias a dos últimos triples de Navarro y Morris terminó con ventaja local (45-44).
El campeón de la NBA le dio la vuelta al duelo tras la reanudación, gracias a una falta inexistente de Navarro a Bryant y una técnica al propio Navarro por protestar (47-52, min. 26). Los ánimos se caldearon y Pascual tuvo que pedir un tiempo muerto para frenar el ímpetu de sus hombres.
Sin embargo, la cosa aún fue a peor. El Barcelona se atascó en ataque. Empezó a precipitarse y a protagonizar absurdas pérdidas de balón.
Por si fuera poco, Bryant empezó a tener sus más y sus menos con Mickeal y eso le picó. Así que liberó de responsabilidad ofensiva a Gasol, que para entonces ya empezaba a tener problemas para superar a Vázquez, y se puso al mando de las operaciones.
Los Lakers se dispararon en el marcador 49-60 (min. 30), hasta que el Barça, alentado por un público sensacional, despertó de nuevo. Los triples de Morris y Lakovic, un par de canastas de dos de Grimau y Mickael y un estratosférico mate de Vázquez, dieron la vuelta al marcador (68-67).
Navarro regresó a la pista para meter los siete primeros puntos de su equipo en el último período y los locales volvieron a mandar en el electrónico (76-74, min.42). Jackson comprobó entonces que el campeón de Europa iba en serio. Pidió un tiempo muerto y sacó a Bryant y Fisher para completar de nuevo el quinteto titular que debía jugarse los minutos cruciales.
Pero para entonces, el bloque catalán se había puesto las pilas también en defensa. El Sant Jordi pasó a ser una caldera y hasta empezó a pitar al ídolo Gasol.
Mikeal y Morris volvieron a acertar con los triples y el Barcelona se colocó 84-78 a 2:25 para el final del choque. Y, aunque los dos árbitros norteamericanos se empeñaron en dar emoción al partido, las faltas de Sada y Mickael sobre Bryant en los instantes solo existieron en sus cabezas, los de Xavi Pascual supieron aguantar la presión en los segundos finales, donde no fallaron desde la línea de tiros libres.
