El Barcelona recibe hoy al PSG en un Camp Nou que dictará sentencia y con la duda de si Leo Messi podrá o no jugar, pero con la firmeza de hacer bueno el 2-2 de la ida, en un duelo en que los galos empataron en el último segundo, y conseguir el pase a las semifinales de esta Champions.
Con todo por decidir, no obstante, los dos goles dan como ligero favorito a un bloque azulgrana que, pese a las bajas, ha demostrado que sigue siendo un equipo competitivo, como quedó claro con el 5-0 que endosó al Mallorca el pasado sábado, y que llega a esta cita con la remontada contra el Milan fresca en la mente.
Aquel 4-0 que hizo olvidar el 2-0 encajado en San Siro acabó con el sueño italiano y brindó a este Barça que tanto ha ganado con Pep Guardiola y ahora Tito Vilanova la primera remontada histórica. Los goles de Messi, por partida doble, Villa y Jordi Alba certificaron el pase a estos cuartos de final.
Lejos de necesitar otra noche mágica, igualmente los catalanes confían en un buen ambiente del Camp Nou que amedrente a un Paris Saint-Germain que en su primera aventura firme en la lucha por la Champions, tras el desembarco del jeque y el desembolso de sus ‘petrodólares’, llega a la cita casi al completo con la única baja del sancionado Matuidi, autor del postrero gol que puso el 2-2 final.
No obstante, es el mediocentro quien acostumbra a hilvanar el juego desde atrás, con lo que sin él es probable que Carlo Ancelotti vuelva a apostar por situar al veterano David Beckham en el pivote junto al italiano Verratti o, incluso, un Thiago Motta ya recuperado y que podría volver a un Camp Nou en el que creció como futbolista.
También es esperado el regreso de Zlatan Ibrahimovic, uno de los protagonistas del choque de hace una semana. Pese a no poder jugar en principio por sanción, el indulto de la UEFA le permitió saltar al Parque de los Príncipes, y suyo fue el gol del empate a uno. Junto al sueco, el PSG llega con Lucas Moura, rápido y habilidoso, y la calidad de los argentinos Ezequiel Lavezzi y Javier Pastore, todo un peligro asegurado para una debilitada zaga blaugrana.
Y es que si arriba la gran duda es la de Leo Messi, quien está apurando el tiempo para poder jugar en caso de urgencia, atrás, las ausencias de Javier Mascherano y de Carles Puyol obligarán al técnico a apostar por un recién recuperado Adriano como central o por el canterano Marc Bartra, que está cogiendo confianza en los últimos encuentros.
Sin olvidar, no obstante, la opción de un Eric Abidal falto de ritmo, pero que también volvió en la fiesta contra el Mallorca, ovacionado por el Camp Nou tras estar un año lejos de los terrenos de juego por el trasplante de hígado al que fue sometido en su lucha contra el cáncer. Eso sí, Piqué, todo un seguro de vida, llegará a sus 50 partidos en Champions con la elástica de la escuadra azulgrana.
Juegue quien juegue, el Barça tiene armas suficientes para intentar que el juego asociativo y ofensivo de La Masía se imponga a la compra de cromos que es el PSG, quien, pese a parecerse cada vez más a un equipo, podría pagar su inexperiencia de verse por primera vez en unos cuartos de final, si bien cuentan con un Ancelotti que es uno de los técnicos más laureados con dos ‘orejonas’ como técnico y otras dos como jugador, siempre con el Milan.
Sin antecedentes previos a estas alturas, el cuadro catalán tiene a su favor el hecho de que se le da bien jugar contra oponentes franceses en el Camp Nou, un estadio en el que los locales no pierden en competición europea desde el 20 de octubre de 2009, contra el Rubin Kazan (1-2), en un partido intrascendente, y lo que necesita el PSG para pasar es una victoria o un empate a tres tantos.
En la rueda de prensa previa al encuentro, Andrés Iniesta confesó que el equipo tiene buenas sensaciones de cara al choque y reconoció que la plantilla no sabe si Leo Messi podrá jugar. «Tenemos un resultado que nos exigirá hacer un partido casi perfecto. No podemos contar con todos los jugadores y eso es un punto que nos sabe mal, pero el equipo jugará como si fuese una final», apostilló.
«Todo depende de las sensaciones que tenga él, de como esté la lesión. Sin duda que en este equipo hay ‘messidependencia’ porque es fundamental, pero lo único que interesa es que el Barcelona levante títulos. Messi es el número uno cuando juega».
