Un niño holandés de diez años sobrevivió y otras 103 personas murieron este miércoles después de estrellarse un avión comercial libio en el momento en que intentaba aterrizar en el aeropuerto internacional de Trípoli, capital de Libia, procedente de Johannesburgo, según informaron fuentes oficiales citadas por la edición digital de la cadena de televisión Al Arabiya.
El aparato, un Airbus 330 de la Afriqiya Airlines con 104 personas a bordo (93 pasajeros y 11 tripulantes), se estrelló a las 06:10 horas (misma hora en la España peninsular) a pocos metros de la pista de aterrizaje, según indicaron fuentes oficiales aeroportuarias a Al Arabiya.
Entre las razones del accidente se barajan desde fallos técnicos a errores de los pilotos, pero se descarta que la nube volcánica haya tenido ninguna relación, dado que las cenizas procedentes de Islandia que han llegado al norte de África sólo han afectado a Marruecos.
La televisión estatal libia mostró hoy los restos totalmente destruidos del avión de la compañía Afriqiyah Airways que, procedente de Johanesburgo, se estrelló esta mañana en el aeropuerto de Trípoli con 104 ocupantes a bordo.
El aparato aparece totalmente destrozado, con miles de pequeños fragmentos esparcidos en un radio de varias decenas de metros, aunque sin signos de carbonización u otros que indiquen una posible explosión antes del aterrizaje.
Los pasajeros eran de diversas nacionalidades, sobre todo sudafricanos y británicos, según la BBC. Todos los tripulantes eran de nacionalidad libia. Afriqiya Airlines ha confirmado que el vuelo 8U771 «sufrió un accidente durante el aterrizaje» y ha indicado en su página de Internet que «las autoridades competentes están llevando a cabo una investigación y una misión de rescate».
El ministro libio de Transportes, Mohamed Zidane, anunció se han localizado 96 cadáveres de ocupantes de diversas nacionalidades del Airbus A330, procedente de Johanesburgo, que se estrelló hoy en el aeropuerto de Trípoli.
Zidane indicó también, según la agencia oficial libia Jana, que los servicios de emergencia han localizado la caja negra del aparato y que se ha abierto una comisión de investigación para determinar las causas del accidente.
Asimismo, descartó la hipótesis de un atentado terrorista y señaló que la búsqueda continúa para encontrar rastros del resto de los 104 ocupantes del avión, en el que viajaban 93 pasajeros y 11 tripulantes.
Por el momento se sabe que 61 víctimas eran holandeses. Dos grupos de turistas holandeses -entre los que habría dos niños, de 9 y 11 años- iban en el avión, según han confirmado los operadores turísticos holandeses Krash y Stip.