Sorpresa mayúscula. Las encuestas fallaron con estrépito y el PP no podrá hacer historia en Andalucía, en la que triunfó con rotundidad el voto oculto. El PSOE resiste y tendrá que contar con IU para gobernar. «Esto no me lo esperaba», sentenció el presidente saliente de la Junta, y posiblemente entrante, José Antonio Griñán, que supo sobreponerse a todo y a todos -y más en su partido-, demostrando que fue un gran acierto convencer a su jefe, Alfredo Pérez Rubalcaba, para no hacer coincidir los comicios regionales con los generales, donde se hundió Ferraz de una forma espectacular.
Tal y como dijera hace ya la friolera de 16 años el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra tras la exigua victoria de José María Aznar, nunca una derrota fue tan dulce. Quizás porque estaba convencido de que el PP no iba a ser capaz de mandar, como el tiempo no fue capaz de demostrar. Pero esta vez sí que son amargos los momentos que se están viviendo en Génova, y sobre todo Javier Arenas, que ya era la cuarta ocasión, y presumiblemente última, en la que se presentaba.
Eso sí, es un tremendo mérito para el partido conservador que gane por primera vez las elecciones autonómicas, pero con 50 parlamentarios se queda bastante lejos de la necesaria mayoría absoluta para gobernar, que se situaba en 55 escaños. Una victoria con sabor a hiel. Con estos resultados se abre la posibilidad de un pacto entre los socialistas, que obtienen 47 parlamentarios, e Izquierda Unida, que pasan de 6 a 12 y se vuelven vitales para gobernar.
El recuento, que empezó con casi una hora de retraso, no ha sido apto para cardiacos. Con las primeras mesas escrutadas se observaba una mayoría absoluta del PSOE. Sin embargo, eso estaba llamado a cambiar con el avance del escrutinio. Poco a poco, el PP ha ido ganando escaños, pero no lograba dar la vuelta al resultado con rotundidad. Con la mitad de los votos computados, el PSOE todavía ganaba las elecciones con 51 escaños, el centro derecha obtendría 48 e Izquierda Unida, 10. Hizo falta tener el 70 por ciento de votos contabilizados para que el PP se pusiera por delante. Lo único que ha quedado descartado desde el principio es la presencia de otros partidos, como UPyD, el Partido Andalucista o Equo.
En Asturias, con el 99,04 por ciento escrutado, PSOE conseguiría 16 escaños en la Junta General del Principado con el 31,99 por ciento de los votos, seguido de Foro, con el 24,84 por ciento de los sufragios, que le darían 13 parlamentarios. El PP obtiene 10 diputados, con el 21,53 por ciento de los votos, IU consigue 5 parlamentarios con el 13,78 por ciento de los sufragios y UPyD logra un diputado con el 3,76 por ciento de los votos. Todo indica que Cascos gobernará con el apoyo popular.
Alegría en Ferraz
La dirección del PSOE interpretó los resultados del 25M como una «primera factura» que los ciudadanos han pasado a las medidas de Gobierno de Mariano Rajoy y sostiene que el Ejecutivo tendrá que replantearse algunas cosas. El gallego ha sufrido sus primeras derrotas electorales cuando aún no ha cumplido 100 días de Gobierno, subrayan fuentes de Ferraz. El secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, felicitódo por teléfono al candidato socialista asturiano, Javier Fernández, por su victoria en las elecciones autonómicas, y al andaluz, José Antonio Griñán, por haber obtenido un «excelente resultado».
